Propósito de enmienda
n Vaya por delante que quien no hace nunca nada jamás se equivocará. Dicho esto hay que aplaudir al actual presidente de RTVE, José Pablo López. Desde su llegada al cargo quiso darle un buen meneo a la anquilosada cadena pública. Pretendió en cambiarla de arriba a abajo en el menor tiempo posible. La acertó, sí, con Futuro imperfecto, Late Xou, The Floor (contra todo pronóstico cabe decir) o Mañaneros 360. Está todavía pendiente saber si la acertó con La revuelta, que provocó un auténtico terremoto en Prado del Rey. Comenzó fuerte pero en Navidad fue perdiendo fuelle y ahora sólo hace que mirarle el sillón a Pablo Motos. “Vamos a hacer cambios para mejorarla”, ha dicho. Le aconsejaríamos, desde aquí, contratar a un buen logopeda para que enseñe a vocalizar a Broncano. Pero donde fracasó de lleno, y no será porque no estaba advertido, es en echar a andar a La familia de la tele. Ha pedido disculpas y eso le honra, pero como leímos en alguna parte, fue mejor la promoción del engendro que el engendro en sí. Habrá que pensar en otra cosa.