Coleccionamanía
Coincidiendo con el retorno al cole y el de las estrellas televisivas, aparece también en la pequeña pantalla, sección anuncios, una fiebre que lleva ya años atacando nuestras casas que responde al nombre de coleccionables. Ocupan espacio, cuestan de acabar y, además, son caros, pero da igual. Los creativos de las dos empresas que dominan el sector, Planeta d’Agostini y Salvat, se rompen la cabeza y presentan reclamos, sobre el papel, irresistibles para la ciudadanía. Este año, por ejemplo, se lleva la palma la furgoneta DKW 72. Las dos primeras piezas por 0,50 euros pero el resto mucho más caras, que uno piensa, y si la comprara ya montada. Saldría mucho más barato y la tendría en la estantería de un solo golpe. Y hay más: la colección completa de los cómics de Astérix (1,95, el primero; 5,90 los dos siguientes y 16,90 el resto). Y por un euro más la puedes recibir en casa con jarras sujetalibros y las figuras de los protagonistas. También pueden optar a montar pieza a pieza el Red Bull de Verstappen o hacerse con todo el universo Marvel. ¡Quien no colecciona algo es porque no quiere!