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Fotograma de la película ‘El viaje de Ernest y Célestine’.

Fotograma de la película ‘El viaje de Ernest y Célestine’.

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EL VIAJE DE ERNEST Y CÉLESTINE

Título original: Ernest et Célestine: Le voyage en Charabie

Año: 2022

Duración: 79 min.

País: Francia

Dirección: Jean-Christophe Roger, Julien Chheng

Cine: Screenbox Lleida

★★★☆☆
En el campo de la animación no existen los prejuicios y, si los hay, no deberían tener ningún valor. La animación es sinónimo de imaginación y talento. Abre un abanico inabarcable que ha ido evolucionando considerablemente, sin despreciar el dibujo clásico, esa acuarela detallista, ese tono pastel que todavía persiste aunque lo digital sea prioritario en la actualidad.Ya en 2012, Benjamin Renner, Vincent Patar y Stéphane Aubier adaptaron a la gran pantalla los libros ilustrados de Gabrielle Vincent, influenciado por esa línea clara belga de la que es heredero, logrando un gran éxito, hasta el punto de que Ernest y Célestine fue nominada al Oscar. Después fue el turno de una serie televisiva de 27 capítulos, y once años después llega este bellísimo segundo largometraje de la mano de Jean-Christophe Roger y Julien Chheng pensado casi exclusivamente para agradar a los más pequeños, pues su artesanal estilo, su hermosa sencillez en el trazo, en la dulzura de los personajes es admirable aunque esa delicadeza también cautiva a los mayores. El mensaje de El viaje de Ernest y Célestine no tiene retorcidas dobles lecturas, no pretende sentenciar. Coloca en los propios personajes un derecho que no necesita justificación alguna, que nace de la propia naturaleza de seres que aman la música porque la llevan dentro, y eso es absurdo prohibirlo. También existe dentro de su argumento un mensaje claro y cristalino sobre la voluntad de ser lo que se desee ser, más allá de imposiciones que coartan un principio fundamental: el anhelo de ser uno mismo. Por supuesto, esta pequeña joya sigue el patrón de una férrea amistad entre un oso terco de buen corazón y una jovial ratita, dispuestos a llenar de música un país oprimido y equivocado. Y es que, en ocasiones, los personajes animados dan mayores y mejores lecciones de humanidad que los de carne y hueso. El viaje de Ernest y Célestine es un buen ejemplo de ello.
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