SEGRE

Creado:

Actualizado:

El realizador danés Joachim Trier guarda en su filmografía algunos títulos de referencia, aunque con La peor persona del mundo (2021) consiguió un enorme reconocimiento internacional. Ahora, con Valor sentimental se ha llevado el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes.

Valor sentimental posee una profundidad en la naturaleza de los sentimientos que te sacude al hilvanar una historia familiar con el mundo del cine y del teatro, además de insertar como un personaje más a una casa –la que ha contemplado como si tuviese alma propia el paso del tiempo–, las discusiones matrimoniales, la vida y la muerte, el dolor que metafóricamente se ve reflejado en la enorme grieta que surca una de sus paredes, como esa herida anímica que envuelve a un hombre que abandonó a sus hijas cuando eran pequeñas creando una gran sensación de desamparo de la que, sobre todo una de ellas, no ha podido despojarse.

Gustav fue un gran director de cine que regresa a casa tras la muerte de su esposa y se reencuentra con Nora y Agnes, sus hijas, dos mujeres que han trazado una vida distinta entre ellas.

Nora es una aclamada actriz de teatro que, sin embargo, padece miedo escénico, mientras que Agnes ha formado su propia familia y ve la vida de otro modo, menos trágico y sin la sensación de soledad que abruma a su hermana.

Quince años después, Gustav quiere revivir las glorias pasadas rodando una nueva película, tal vez la última, para quitarse los fantasmas del suicidio de su madre, ofreciéndole el papel a Nora, papel que ella rechaza.

En una retrospectiva que le dedican en el Festival de Deauville –los más veteranos recuerdan cinematográficamente aquellas amplias playas normandas por la inolvidable Un hombre y una mujer, firmada en 1966 por Claude Lelouch–, conoce a una famosa actriz americana y le ofrece el guion que su hija rehusó, aunque hay algo afectivo, obsesivo, que solo encaja en la piel de las propias raíces familiares, en el sentimiento paterno filial, un vínculo que atrae como un imán, y a una historia que solo pueden sentir profundamente cada uno de sus miembros.

Valor sentimental

Valor sentimental ofrece unas interpretaciones admirables. Renate Reinsve, la actriz preferida de Trier, captura la sensibilidad de su personaje y la expone con naturalidad, y la veteranía de Stellan Skarsgård, su elegante medición actoral y su gélida presencia, hace grande este retrato de familia, en el que las sombras de Bergman y Chejov se adivinan en la profundidad de una historia con un final tan emotivo y admirable que ejerce de bálsamo afectivo contra cualquier grieta emocional.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking