El tesorero como cortafuegos

Trabajar como tesorero de un partido se ha convertido en una profesión de alto riesgo y no precisamente por la necesidad de cuadrar las cuentas o de buscar ingresos para atender las demandas de los dirigentes, sino por los riesgos legales que asumen para justificar determinados ingresos. En el PP, lo de Bárcenas y también sus antecesores es sobradamente conocido y, aunque fue aprovechado en beneficio propio para amasar una pequeña fortuna, ha contado con el respaldo de la cúpula del partido siempre que mantuviera la necesaria discreción y que, tal como le recomendaban los mensajes del presidente Rajoy, fuera fuerte y aguantara. Ahora estamos viviendo el juicio contra los que fueron capitostes del Palau de la Música y ayer era el día decisivo para concretar si el caso Millet pasaba a ser el caso Convergència y la persona clave era el extesorero de CDC Daniel Osàcar, que afronta una petición de 7 años y medio de cárcel por tráfico de influencias y blanqueo de capitales, con unas complicaciones que parecen inherentes al cargo porque su antecesor Carles Torrent, ya fallecido, y su sucesor Andreu Viloca han tenido que acudir a los banquillos por casos relacionados con la financiación de su partido. Millet, Montull y su hija fueron rotundos al explicar que CDC se llevaba el 2,5 por ciento del 4 por ciento que supuestamente pagaba Ferrovial en forma de comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones de obras e incluso Montull precisó ayer que las comisiones habían subido del 3 al 4 porque CDC necesitaba más dinero. Por su parte, Osàcar dijo que los directivos del Palau mentían y que el dinero recibido estaba acordado en convenios para promover la música catalana en fiestas de pueblos y ahora habrá que ver las pruebas que aporta el fiscal o a quién se concede más credibilidad, pero es evidente que si Millet y Montull, además de su testimonio, tienen pruebas de que CDC ha cobrado estas comisiones, el extesorero queda en tan mal lugar como su partido, porque se hace difícil entender que pudiera influir y decidir las adjudicaciones que eran la contrapartida de las comisiones. Si se confirma esta tesis quedaría seriamente tocado el mismo Artur Mas, eslabón de continuidad entre CDC y PDeCAT, que estaba al frente del gobierno en aquellos momentos. Mas secundó la tesis de su tesorero y habrá que ver si, como ha sucedido con Bárcenas, acaban allí las responsabilidades. La función del tesorero.