Irresponsabilidad sin paliativos

Vivimos en comarcas agrarias y ganaderas y quien más o quien menos en alguna ocasión ha dejado a un menor sentarse en su regazo y le ha permitido coger el volante de un tractor. También hay quien ha consentido que niños o jóvenes sin carnet conduzcan por sus tierras alguna máquina de las labores del campo. Forma parte de nuestra actividad cotidiana y ni siquiera vemos el peligro que ello comporta. Pero que convivamos sin demasiada reflexión con estas prácticas no quiere decir, ni muchísimo menos, que debamos aplaudirlo o consentirlo. Un niño ni tiene, ni le corresponde, la experiencia ni los conocimientos que la conducción de cualquier máquina conlleva. Y de la misma manera que autoridades, Tráfico y sentido común aconsejan que las personas mayores reduzcan o eliminen la conducción (las estadísticas de accidente con payeses jubilados lo demuestra), dejar al volante a menores es mucho más irresponsable. Si a ello le añadimos que el pequeño que llevaba un tractor en la Batalla de les Flors de Lleida del jueves tenía delante una multitud de personas a las que podría haber malherido ante cualquier pequeño fallo mecánico o distracción, lógica por su edad, las consecuencias de la insensatez podrían haber sido graves. Por suerte no pasó nada, pero hizo bien la Urbana en denunciar al familiar que le acompañaba porque la visibilidad y castigo de negligencias como esta pueden evitar tragedias. Prevenir siempre es mejor que curar o lamentarse. Adolescencia y redes sociales Todo lo que rodea al macabro juego de ‘la ballena azul’ que circula por las redes es enigmático. Muchos psiquiatras consultados aún se resisten a hablar de ello y no descartan que el fenómeno sea una leyenda urbana. Pero los hechos revelados demuestran, una vez más, una realidad muy peligrosa: el desamparo de los menores ante las redes sociales. La adolescencia marca el futuro de los jóvenes y haremos bien en afrontar, tanto padres como educadores y administraciones, las nuevas problemáticas que la era de internet comporta.