Un buen dato

Después de un mes de octubre en que el consumo registró un bajón debido al conflicto entre Catalunya y España, este final de noviembre ya está registrando una reactivación del comercio gracias al Black Friday y a la campaña de Navidad. Respecto al primero, importado de los Estados Unidos y que ya se puede asegurar que ha venido para quedarse, a falta del balance definitivo, el comercio leridano cifra entre un 2 y un 3% el aumento de las ventas, mientras que en el conjunto de Catalunya se habla de entre el 8 y el 10%, con ropa y calzado pero sobre todo electrónica como los sectores más beneficiados. Durante las últimas semanas las sucesivas manifestaciones convocadas por los partidos y las entidades independentistas y las “aturades de país” han mantenido ocupados a la mitad de los consumidores, que prácticamente no tenían tiempo para ir de tiendas. La otra mitad tampoco se sentía especialmente atraída de salir a la calle y sobre todo los comercios ubicados en las zonas céntricas donde se producían las manifestaciones veían caer en picado la afluencia de clientes. La dura intervención del Gobierno de Rajoy con la aplicación del artículo 155, con el cese del Gobierno de Puigdemont, la entrada en prisión de la mayoría de ellos y el exilio del resto, la disolución del Parlament y la convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre ha supuesto la vuelta a una normalidad en la calle que está favoreciendo el consumo.

En efecto, las compras que quedaron aplazadas ahora se hacen para aprovechar los descuentos del Black Friday y para efectuar las tradicionales compras de Navidad. Y el periodo consumista no ha hecho más que empezar puesto que viene una maratón de días de apertura comercial en festivo que no finalizará hasta el 24 de diciembre, que ofrece buenas perspectivas para el sector, sobre todo para las grandes superficies y franquicias. Pero para que la fiesta sea completa es preciso que se produzca la conciliación entre la vida laboral y la familiar para los empleados del comercio, algo que es más difícil de compaginar en el pequeño comercio y más fácil en el de gran tamaño. La campaña de UGT Posa’t a l’hora quiere incidir en ello, y recuerda que el personal debe cobrar como horas extraordinarias los domingos y festivos de apertura y al doble del precio ordinario por hora.