SEGRE

Creado:

Actualizado:

Una mujer fue encontrada muerta ayer en el chalet donde residía en la isla de Gran Canaria en lo que podría ser un nuevo caso de violencia de género, puesto que la policía detuvo unas horas a su pareja con la que al parecer mantuvo una pelea la noche anterior. Con esta serían ya 47 las asesinadas a manos de sus parejas o sus ex, dramática cifra a la que cabría añadir la muerte de cinco hijos o hijas de estas mujeres en un ensañamiento del todo inhumano. Y se da la circunstancia de que este caso coincide trágicamente con el vigésimo aniversario de uno de los crímenes que marcó un punto de inflexión en la vorágine de la violencia machista. Nos referimos al tristemente recordado caso de Ana Orantes, la granadina de 60 años a la que su marido le propinó una brutal paliza ante uno de sus hijos hasta dejarla casi inconsciente, la arrastró por el pelo hasta el patio de la casa que compartían por orden judicial porque al parecer el juez que dirimió el divorcio se apenó del marido, y allí la quemó tras atarla en una silla. Si fue espeluznante la tragedia, más lo fueron los antecedentes que habíamos conocido solo dos semanas antes, cuando Orantes tuvo la valentía de explicar ante las cámaras de televisión, y con una entereza encomiable, las agresiones y humillaciones que le había infligido el que sería poco después su asesino. Narró violaciones, palizas continuas, insultos e incluso intentos de abusos a su hija durante 40 años. En este mismo programa de Canal Sur ella ya vaticinó que “cuando llegue a casa, me mata” por explicar su suplicio y así fue.

El caso, que puso cara a una lacra que en demasiadas ocasiones no traspasaba las paredes de los hogares, removió de tal modo las conciencias que incluso empujó a reformar el Código Civil en lo que se refiere a las agresiones machistas, proceso que se culminó en 2004 con la aprobación de la ley integral contra la Violencia de Género. Sin embargo, los ataques a las mujeres no cesan y solo en el caso de Lleida en lo que llevamos de año los teléfonos de atención a víctimas recibieron más de 600 llamadas, es decir más de dos al día. Estas cifras, junto a las 47 asesinadas desde enero en España, dejan en evidencia que queda mucho por hacer y que hay demasiadas Ana Orantes, cuando no habría de haber ni una más.

tracking