Trenes tercermundistas

Mientras los expertos abogan por potenciar el transporte ferroviario por razones de sostenibilidad económica, de menor contaminación y hasta de articulación del territorio, la realidad en las comarcas de Lleida nos enfrenta a una situación de permanente retroceso con unos trenes que se hacen acreedores del calificativo de tercermundistas por el mal servicio que dan a sus usuarios, las permanentes averías, por la falta de inversión y porque, en una palabra, funcionan peor que hace unos lustros. Se ha decantado toda la inversión en las líneas de alta velocidad y nos encontramos con que las líneas convencionales tienen que recurrir cada vez más al transporte sustitutorio en autobús. Sucede con la línea de Manresa, en la que cada inclemencia meteorológica se traduce en cortes e interrupción del servicio, pero ahora los problemas también se han trasladado a la línea Lleida-Barcelona por Picamoixons, afectada inicialmente por el temporal de lluvias de finales de octubre, que obliga a hacer el tramo entre Lleida y L'Espluga de Francolí en autobús, pero que además padece averías como la que recogíamos en nuestra edición de ayer. Cuatro horas estuvieron parados y atrapados en el convoy del que tuvieron que ser rescatados por los bomberos sin recibir más información que una avería eléctrica en la catenaria que, según Renfe, los técnicos de Adif no habían podido reparar. Tuvieron que caminar un kilómetro hasta ser trasladados en un autobús y desgraciadamente no será ni el primer caso ni el último. Así es imposible potenciar el ferrocarril porque dan más importancia a la alta velocidad que a las cercanías.Cobrar por blanquearLa Federación Española de Fútbol ha decidido que en los próximos tres años la Supercopa de fútbol se celebre en Arabia Saudí. Le ha dado igual que en aquel país las mujeres sigan discriminadas, que no puedan asistir a espectáculos públicos, que se castigue la homosexualidad, que se persiga a periodistas, que se vulneren los derechos humanos en una palabra. Ciento veinte millones de euros pesan más para la Federación, dispuesta a cobrar por blanquear el régimen de Arabia Saudí.