SEGRE

Creado:

Actualizado:

Que la mejor forma de cuidar el medioambiente es que haya gente en el entorno rural es una frase manida pero con un muy alto porcentaje de verdad. Y para que haya habitantes en los pueblos y ciudades medianas, además de mantener las pequeñas explotaciones agroalimentarias, cuidar el comercio de proximidad, tener servicios educativos y sanitarios de nivel y complementar con empresas, grandes o pequeñas, que creen empleo y progreso, es indispensable también intentar mantener oficios que se han perdido o se han ido diezmando por múltiples motivos: desde la competencia de grandes cadenas, el no ganarse la vida o la comodidad de depender de una nómina en lugar de tener un negocio propio, con lo que ello conlleva, de positivo y de negativo. Por eso es muy esperanzador el ejemplo, dado a conocer ayer por SEGRE, de una joven, Judit Morera, que aparca sus estudios de fotografía para abrir un taller de costura, dado que el volumen de trabajo que tiene desde que dio a conocer su maña confeccionando trajes de diables le impide compaginar estudios y trabajo. Y no debe ser una anécdota ni un caso singular, sino que puede servir de patrón para muchas personas con habilidades, hoy en desuso, y que podrían diseñar su modus vivendi en base a oficios tradicionales con mucho potencial. Y ahí es donde la administración ha de ser un instrumento de guía y ofrecer en la amplia oferta de Formación Profesional un abanico de ocupaciones que se adapten a la demanda del mercado, pero también que atiendan necesidades del presente. Porque por mucho que la Inteligencia Artificial y la tecnología copen titulares y se introduzcan poco a poco en nuestra cotidianidad, todos seguimos teniendo unas necesidades básicas habituales, tanto personales como familiares o del hogar, que requieren de técnicos, artesanos u operarios de toda la vida, desde pintar una pared a arreglar una lavadora. Además, una cosa no está reñida con la otra y la prueba la tenemos en que Judit se dio a conocer precisamente gracias a las redes y la tecnología y a partir de ahí no pararon de lloverle ofertas de costura.

El Barça como ejemplo

El cambio radical que está viviendo la plantilla del Barça esta temporada es un claro ejemplo de cómo la mentalidad, el esfuerzo colectivo y la dirección de un grupo pueden convertir a un equipo acomplejado y débil en un serio aspirante a ganar todos los títulos de la temporada. Corren más, se sacrifican más y saben qué han de hacer en cada momento. Seguro que han hecho de la necesidad virtud y que si el club no arrastrara problemas económicos el panorama habría sido otro, pero también esto puede servir de reflexión colectiva en la escala de valores.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking