La seguridad, en el aire
Aún reciente la noticia de una familia catalana que perdió la vida en un vuelo recreativo de helicóptero sobre el río Hudson de Nueva York, se ha conocido el informe técnico final de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil sobre el siniestro ocurrido el 9 de mayo de 2024 en Vilanova de l’Aguda. Es un texto demoledor, que pone en evidencia que hay demasiadas grietas en el sistema de control, supervisión y responsabilidad. La aeronave siniestrada en la Noguera se utilizaba para volar pese a estar dada de baja en el registro suizo y clasificada como maqueta pedagógica y no se encontraba en condiciones de aeronavegabilidad. Carecía de certificado y de inscripción válida. Además, el informe constata que los propietarios sabían que no podía volar. El resultado: dos personas heridas de gravedad en lo que pudo haber sido una tragedia. También se han detectado irregularidades en el caso del helicóptero accidentado en Estados Unidos. Murieron el piloto y una familia, incluidos tres menores. El aparato, un Bell 206L de 2004, acumulaba más de 12.000 horas de vuelo y no tenía registros ni caja negra, lo que dificultará determinar la causa exacta del accidente. Además, ya había presentado problemas mecánicos en 2024, según la investigación preliminar de las autoridades estadounidenses. La falta de supervisión, ausencia de controles técnicos rigurosos y el incumplimiento de normativas básicas son comunes en ambos casos, lo que debería encender las alarmas.No se trata de anécdotas aisladas. Desde 1977, al menos 32 personas han muerto en accidentes de helicópteros turísticos en Nueva York. En Lleida, sigue vivo el recuerdo del accidente de Torallola en 2002, en el que fallecieron ocho personas. También entonces se detectaron deficiencias mecánicas graves en la aeronave.Estos episodios reafirman la urgencia de una revisión profunda del marco regulador. ¿Cómo es posible que un helicóptero dado de baja en Suiza, y vendido expresamente para ser usado como maqueta, acabe volando sobre las comarcas de Lleida? La responsabilidad última recae en los organismos reguladores, pero también en los operadores y pilotos. No puede seguir existiendo un vacío legal en torno a aparatos adquiridos como material de exhibición o instrucción y que, sin control, vuelven al cielo. Las consecuencias no solo son técnicas o jurídicas: son humanas.
La guerra sin fin
Un bombardeo ruso dejó ayer más de treinta muertos y decenas de heridos en Sumi, al noreste de Ucrania. Esta guerra ha dejado de ser noticia de portada, pero sigue viva, como la que desangra Gaza.