¿Hay corrupción? Sí. ¿Hay guerra sucia? También
Pedro Sánchez ha superado su semana más difícil y parece –solo parece– que seguirá hasta otoño, cuando habrá juicio por Kitchen y la corrupción salpicará de nuevo al PP. Su actual situación tiene dos caras aparentemente contradictorias y las dos son verdaderas. Veámoslo. ¿Hay corrupción socialista? Cada vez parece más claro que sí. En los audios de Koldo, este y Cerdán se reparten mordidas, y Cerdán, según la UCO, firmó un contrato privado que le dio el 45% de la empresa navarra utilizada para esas mordidas. ¿Hay guerra sucia? También cada vez parece más claro que sí. El acoso a Sánchez ha sido constante desde que la derecha no pudo acceder al gobierno en 2023 (y Sánchez se rio de ello en el Congreso), y los jueces Peinado y Hurtado instruyen unas causas mucho más que discutibles contra Begoña Gómez y el fiscal general. ¿Está controlada por la derecha la Sala de lo Penal del Supremo? Sin ninguna duda sí: para eso bloqueó el PP durante 6 años la renovación del Consejo General del Poder Judicial, y el juez Hurtado que llevará al banquillo al fiscal general se opuso a condenar al PP en el caso Gürtel y a citar como testigo a un tal M. Rajoy. ¿Está controlado por la derecha el juez Leopoldo Puente, que lleva el caso Cerdán? Sin ninguna duda no. Accedió al Supremo en noviembre de 2020 (como Hurtado) a propuesta del PSOE, fue miembro de la progresista Jueces por la Democracia y emitió un voto particular contra la escandalosa condena del diputado de Podemos Alberto Rodríguez, luego anulada por el TC. ¿Abandonarán sus socios a Sánchez? Sin duda no porque no les interesan elecciones... a no ser que el caso Cerdán comprometa a Sánchez o a la financiación del PSOE. ¿Depende de Sánchez lo que pase a partir de ahora? Sin duda no. Depende de la UCO, los audios de Koldo y el juez Puente, todo ello fuera de su control. Ante esta delicada situación, si el presidente del gobierno pidiera consejo lo lógico sería decirle que no se limite a resistir sino que active decididas medidas sociales que mejoren la vida de la gente, tal como le sugirió el miércoles en el Congreso la hija del histórico sindicalista gallego Suso Díaz horas después de fallecer su padre.
Pagar mentiras
El ayuntamiento de Barcelona contrató a una compañía de teatro que ridiculizó la lengua catalana para denunciar la supuesta discriminación del castellano en Catalunya en ámbitos como el sanitario. Con este acto se ha pagado una mentira con dinero público. “L’única base segura de comprensió i expressió, l’unica pedra de toc granítica és la llengua que ens ha ensenyat la mare, ja sigui petita o gran, pobra o rica. Si ens manca això ens manca tot”, escribió Pla. Nadie tiene derecho a robárnoslo todo.