Educación para dominar la IA o estar a su merced
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, aseguró ayer que el Govern “ha hecho los deberes” para que el curso comience bien, y que “nos proponemos un camino de mejora con vocación de excelencia”. Sobre lo primero, lo cierto es que la vuelta a las aulas no registró incidencias en Ponent, aparte de la protesta de los padres y alumnos de la escuela Mont-roig de Balaguer por el gran retraso de las obras de ampliación del centro. Sobre lo segundo, queda muchísimo por hacer. Illa y la consellera Esther Niubó, al igual que hacían sus antecesores, siempre hablan del sistema educativo catalán, aunque la realidad es que esta generalización encubre grandes diferencias, que van mucho más allá de la tipología del alumnado, principalmente entre los centros de Infantil y Primaria. Así, hay escuelas que trabajan con proyectos en todos sus cursos manteniendo libros de texto; otro grupo no utiliza libros; otras siguen una estrategia más tradicional; hay algunas que ya no se organizan estrictamente por cursos y ciclos, sino que mezclan alumnos de diferentes ciclos en parte de las asignaturas, sin que esto obedezca a que tengan pocos niños... Son ejemplos de una lista que es bastante más larga. Además, los centros públicos cuentan con un porcentaje significativo de docentes sustitutos e interinos que van rotando, de forma que es posible que uno pueda estar en el mismo curso en dos o más que aplican metodologías casi contrapuestas. La conclusión es que actualmente hay muchos caminos educativos que acaban confluyendo en el punto que indicábamos en esta sección el domingo: unos pésimos resultados. La autonomía de centro es necesaria, porque no es lo mismo un colegio de un barrio de Lleida ciudad que uno de un pueblo pequeño, ni un instituto de la capital y otro de un municipio de menos de 5.000 habitantes, y la tipología de las familias también es diversa dentro de las localidades con más población, especialmente en Lleida ciudad. Ahora bien, teniendo en cuenta que Educación dispone de los datos de todos, hay que sugerir si no sería posible identificar las claves que explican por qué algunos tienen los mejores resultados para ir extendiendo estas buenas prácticas entre los similares a ellos, lo que permitiría edificar la mejora educativa desde cimientos sólidos. Y por último, aprovechando que este curso se han prohibido los móviles en toda la enseñanza obligatoria, habría que desterrar la idea de que gracias a las nuevas tecnologías ya no es necesario que los niños acumulen conocimientos, sino que solo hay que adiestrarlos para que sepan buscarlos usando herramientas digitales, una teoría que ha calado entre gran parte de la ciudadanía y de los docentes. Es lo contrario. Una persona con un buen nivel de conocimientos podrá beneficiarse de la Inteligencia Artificial, otra que no los tenga estará a su merced. La diferencia es sideral y muy amenazadora para nuestro futuro.