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El pasado viernes vivimos en el Barris Nord una situación que pareció devolvernos, por momentos, a un cuarto de siglo atrás. El público que presenció y disfrutó del sensacional triunfo del Força Lleida frente al Valladolid volvió a entonar un grito que se hizo habitual a finales del siglo pasado en el viejo Onze de Setembre, cuando comenzó a gritar el “¡¡¡Volem ACB!!!”, soñando con volver a la máxima categoría. Entonces los Grimau, Comas, Oliver, Bosch y compañía cumplieron el sueño.Pese a la aparente similitud, las cosas ahora son muy distintas. Distintas para bien, pero también para mal. Para bien porque en aquel momento la ACB exigía unas condiciones draconianas para poder jugar. Tan duras eran (canon, presupuesto mínimo...) que muchos equipos tuvieron que renunciar. Lleida pudo cumplir estas exigencias gracias a la colaboración de patrocinadores e instituciones (Paeria y Diputación). Pero también hay cosas negativas en el momento actual, comenzando con las aportaciones que hacen ahora los patrocinadores y las que realizaban entonces. Hay que recordar que Caprabo primero y Plus Pujol (unión de Supermercados Plusfresc y Prefabricados Pujol) después, aportaron una suma próxima a los seiscientos mil euros, cifra que ahora representaría casi la mitad del presupuesto del club.Pero al margen de sueños y presupuestos, hay que centrarse en lo que queda de temporada. Tras la angustiosa victoria de ayer frente al Betis (73-74), se puede seguir pensando en el ascenso directo o como mal menor comenzar a pensar en cuál será el rival en el play off de cuartos de final. En estos momentos parece que podría ser el mismo equipo sevillano o el Alicante, nuestro rival el próximo domingo, y en el que ahora hay que centrar todos los pensamientos.

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