De 'The Witcher', solo el nombre

La precuela de la aclamada serie The Witcher (2019) ha resultado ser un verdadero jarro de agua fría para gran parte de los fans de la saga. Ambientada 1.200 años antes de la trama original, la historia transcurre en un mundo que todavía no ha sido tocado ni por la mano de humanos ni de monstruos, a punto de conformarse bajo un reino gobernado por elfos. Sin embargo, el cambio de régimen provoca el derramamiento de sangre, la subyugación y la hambruna de sus ciudadanos, lo que conllevará la preocupación de ciertos sectores de las élites –como la princesa Merwyn (Mirren Mack) o el ambicioso y sabio jefe Balor (Lenny Henry)–.

Es en este ecosistema de caos y confusión en el que se forja el grupo de héroes protagonistas, liderados por Éile (Sophia Brown) y Fjall (Laurence O’Fuarain) junto a Scian (Michelle Yeoh), conocido como Los Siete, quienes serán los encargados de rebelarse contra el imperio a modo de venganza. Compuesta por solo cuatro capítulos autoconclusivos –cuando en principio iban a ser seis–, esta producción parece que tuvo más prisa por ser estrenada que no por ofrecer un resultado digno de la serie original. Un guion sin la más mínima profundidad dramática –ni el amago de tenerla–, unos diálogos que rebosan sencillez –rozando incluso la banalidad–, y unos hechos que se suceden de forma excesivamente apresurada –e incluso sin sentido, en ocasiones– son las principales causas de todo este estropicio, cuanto menos sorprendente si atendemos a su elevado presupuesto invertido.En el apartado de las interpretaciones, el tan frenético como simple desarrollo de la trama ni siquiera permite hacer brillar a una Michelle Yeoh (El mañana nunca muere, Tigre y Dragón) en el papel de Scian, aun siendo su interpretación una de las pocas razones para ver esta miniserie.No en vano, acumulando a día de hoy más de 3.000 críticas en la web Rotten Tomatoes, la precuela de The Witcher ostenta el dudoso honor de haber logrado tan solo un 10% de valoración entre el público, situándose como la peor producción de toda la historia de Netflix por debajo de otra de las grandes malogradas como Resident Evil (2022), cuyo puntaje es de un 26%.Ahora solo queda por esperar la tercera temporada de The Witcher, y cruzar los dedos por que la salida de Henry Cavill como Geralt de Rivia no suponga el golpe de gracia a la saga.