“Es durísimo verte en la calle”

Josep Maria Sánchez se encontró, de un día para otro, sin nada. “Es durísimo verte de repente sin ingresos y en la calle”, explica a SEGRE este leridano de 65 años. Él es una de las personas sin hogar a las que la Fundació Arrels-Sant Ignasi ha ayudado en los últimos años a salir adelante. “Me divorcié y la relación con la familia se rompió. Trabajaba como autónomo y la empresa tuvo que cerrar, así que me quedé sin nada, absolutamente sin nada”, recuerda este hombre. Y sigue sin ingresos porque, aunque acaba de cumplir los 65 años, todavía tiene que esperar un tiempo para poder cobrar una jubilación. Pero en este duro proceso, en el que además ha tenido que pasar por una enfermedad y una operación de corazón, no le ha faltado la compañía. “Tuve la suerte de encontrarme con Arrels porque fue entonces cuando empecé a estar mejor. Me han hecho olvidar lo duro de la situación y me han ayudado a retomar mi vida”, asegura Josep Maria.

Como él, Arrels ha atendido en lo que llevamos de año a 649 personas que no tienen un hogar digno, es decir, que residen en casas okupadas, en pisos sobreocupados o sin un lugar fijo. De ellas, 44 son personas sin techo. “Cada vez son más y representan un porcentaje mayor”, alertó Natàlia Méndez, director de Arrels. Y es que actualmente las personas sin hogar que llegan a la entidad representan ya un 55% del total de usuarios atendidos (de los que 855 personas no tienen ningún ingreso), cuando el año pasado suponían el 49%. “Nos venden que la crisis se ha acabado, pero no es así. Este incremento lo atribuimos a que el entorno social de estas personas, familiares o amigos, ya no puede seguir ayudándoles”, asegura Méndez.

Para visibilizar a este colectivo, Arrels organizó ayer, como primer acto de la 25 edición de la campaña de las personas sin hogar, una flashmob con un centenar de personas, entre voluntarios y usuarios de la entidad, estudiantes y autoridades. El alcalde Àngel Ros aseguró que están negociando con entidades bancarias para poner en marcha la futura residencia prevista para estas personas.

Un 13% de las personas con trabajo está en riesgo de pobreza Un 13% de los trabajadores está actualmente en riesgo de pobreza a pesar de percibir un salario, un porcentaje tres puntos superior al registrado antes de la crisis, según informó ayer TV3. Y es que cada vez son más las personas que, a pesar de tener un empleo, no pueden cubrir con el sueldo que cobran las necesidades más básicas y se ven obligados a buscar ayuda en entidades sociales. Buena parte de culpa de ello la tienen los contratos a tiempo parcial, en muchas ocasiones solo de semanas o, incluso, de días. De hecho, el 60% de las personas ocupadas sin jornada completa están así porque solo encuentran contratos parciales, un porcentaje que se ha duplicado en los últimos años.