Mireia Batlle: «Es muy duro. Es una parte de ser padres que no se ve mucho»

EXTRACTO DE LA NOTICIA: Más del 90% de los bebés que nacen de forma prematura a Arnau sobreviven

“No soy de misa, pero he visitado la capilla del hospital y he rezado muchísimo esperando en los pasillos”, explica Mireia. Esta vecina de Juneda y su pareja se convirtieron en padres tempranos el pasado 11 de agosto. Y por partida doble, de Martí y de Tura, que nacieron con poco más de 800 gramos de peso. Las ganas de los cuatro de salir adelante y los tratamientos y los cuidados de la unidad de prematuros del Arnau de Vilanova hicieron milagros, y estos dos pequeños héroes son hoy dos bebés que ya sobrepasan los dos y los tres kilos de peso. “Ahora vemos la luz, pero es muy duro. Es una parte del hecho de ser madre y padre que no se ve mucho”, reconoce Mireia.

Lo dice con una sonrisa continua, a pesar que están a punto de cumplir los cuatro meses viviendo entre hospitales. También en el Sant Joan de Déu, donde los dos bebés fueron operados para cerrarles una pequeña válvula del corazón que los niños prematuros suelen tener abierta. “Sabíamos que sería complicado, pero no tanto”, asegura a Mireia. Y es que el embarazo fue complicado y tuvo que pasar tiempo en reposo absoluto. Fue en una visita que le detectaron que tenía contracciones y que el cuello uterino ya estaba prácticamente borrado, a punto para el parto.

Ingresó al Arnau de Vilanova el día 1 de agosto y los médicos intentaron frenar el riesgo de parte, pero, finalmente, los pequeños nacieron diez días después por cesárea, con sólo 26 semanas de gestación cumplidas. “Aquel día no pensábamos que cuatro meses después estaríamos tan bien como estamos. Ahora ya empezamos a hacer cosas con ellos”, afirma Mireia.