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Un 8 de marzo histórico saca a miles de leridanas a la calle por la igualdad

Ocho mil en Lleida, 3.000 según la Guardia Urbana, y casi 6 millones en España

Una auténtica marea lila inundó de reivindicaciones la Rambla d’Aragó.

Una auténtica marea lila inundó de reivindicaciones la Rambla d’Aragó.LLEONARD DELSHAMS

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Golpe de timón en un 8 de marzo histórico en todo el mundo. Las mujeres dijeron basta y se plantaron con una huelga inédita en 177 países, que aunque fue más simbólica que efectiva hizo visible que se está muy lejos de la igualdad real. En Lleida, 8.000 personas salieron a la calle en una manifestación sin precedentes.

“Si las mujeres paran, el mundo se para”. Este era el lema de un 8 de marzo histórico en el que, por primera vez, se salió a la calle en Lleida. El mundo no se paró, pero se tambalearon los cimientos de una sociedad que todavía dista mucho de ser paritaria. De las reivindicaciones de antaño se pasó a la acción. Un total de 177 países de todo el mundo se sumaron a la huelga por la igualdad real, contra la violencia machista, la brecha salarial, el acoso sexual y una larga lista de agravios que en pleno siglo XXI todavía discriminan a la mujer.

La manifestación de Lleida fue multitudinaria. Unas ocho mil personas (3.000 según la Guardia Urbana) convirtieron en una auténtica marea lila Ricard Viñes, Balmes, Rambla Aragó, Avinguda Catalunya, Blondel y plaza Sant Joan, que quedó pequeña para acoger la lectura del manifiesto final. Muchas chicas jóvenes al frente, pero no estuvieron solas. Hombres y mujeres de todas las edades las apoyaron en una protesta festiva –no había más que mirar las pelucas violetas de muchos asistentes y las pancartas imaginativas– pero también muy incisivas. “No es no” fue uno de los lemas más coreados, en referencia a la lacra del acoso sexual. Durante todo el día, además, se sucedieron concentraciones para hacer visibles las reivindicaciones de la mujer y hasta se cortaron calles.

En un 80% de las industrias de Lleida se llevaron a cabo paros de hasta dos horas por turno. En los geriátricos, con plantillas bajo mínimos y la mayoría de empleadas mujeres, solo pudieron ser simbólicos. También amas de casa colgaron delantales en los balcones para hacer visible su trabajo invisible.

En toda España salieron a la calle cerca de seis millones de personas en lo que ya es un 8 de marzo histórico en el que las mujeres se han plantado por una igualdad real.

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