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RESIDUOS TECNOLOGÍA

Aumenta la basura electrónica en Lleida

Estos residuos se han cuadriplicado en los últimos ocho años y en 2018 llegaban a las 3.450 toneladas || La fiebre por las nuevas tecnologías y la obsolescencia programada, principales causas

Un operario de la ‘deixalleria’ de Lleida en una imagen de archivo.

Un operario de la ‘deixalleria’ de Lleida en una imagen de archivo.ITMAR FABREGAT

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En una época en la que los relojes inteligentes, las ‘tablets’ y los teléfonos móviles son los regalos estrella entre pequeños y mayores cabe preguntarse ¿cuanta basura electrónica generan estas modas? Según los datos de la Agencia de Residus de Catalunya, el pasado 2018 se recogieron en las comarcas leridanas más de 3.400 toneladas de los llamados Residuos de Aparatos Electrónicos (RAEE), una cifra que se ha multiplicado por cuatro en los últimos ocho años y que supone cerca de mil toneladas más respecto al 2017, cuando se lanzaron en las deixalleries un total de 2.504 toneladas. Más allá de los pequeños aparatos electrónicos, se trata de televisores, ordenadores, frigoríficos, aires acondicionados, lámparas, hornos y todo tipo de artilugios sobre los que se ha impuesto una costumbre de renovación constante. Entre las causas del espectacular aumento de este tipo de basura se encuentra la conocida como obsolescencia programada − la programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante este deje de funcionar− que, sumada a la fiebre por las últimas novedades informáticas, hacen que el sector de las nuevas tecnologías se sitúe entre los que genera más dinero entre la población. A nivel internacional, España es el quinto país de la Unión Europea que genera más basura electrónica, por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. En concreto, se genera una media de 930.000 toneladas de estos residuos al año, una cifra que no para de crecer y que se prevé que se dispare un treinta por ciento en los próximos cinco años. En esta línea, se calcula que cada persona produce una media de 20 kilos de esta basura al año. La otra cara de la moneda de este fenómeno masivo es la contaminación, y cada vez son más los expertos que alertan del peligro medioambiental que supone la fabricación y la utilización de estos aparatos.

Nueva campaña para favorecer la recogida selectiva en Catalunya

La Agencia de Residus de Catalunya impulsó el pasado mes de diciembre una nueva campaña para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de separar los residuos de forma correcta. Bajo el lema ‘Reciclem bé, separem bé’ el objetivo es cumplir con la meta de la Unión Europea para que el reciclaje sea del 50% este año. En este sentido, la iniciativa pone el acento en uso incorrecto que se hace de los contenedores grises con la frase “este no es el contenedor para los que no quieren reciclar, la opción de no reciclar no existe”. Entre las últimas campañas puestas en marcha por el ayuntamiento de Lleida destaca la de recogida de árboles de Navidad, que promueve cada año después de las fiestas. La ciudadanía puede dejar los árboles junto al contenedor de basura o llevarlo a la deixalleria municipal hasta el 15 de enero. Para favorecer el respecto al medioambiente, todos los árboles recogidos se triturarán y se convertirán en compost.

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