Jubilación: cambios importantes desde el 1 de abril de 2025
La Seguridad Social modifica tres modalidades de jubilación para mejorar la compatibilidad entre pensión y trabajo: parcial, activa y demorada

Imagen de archivo de dos pensionistas.
El sistema de pensiones español experimentará una importante transformación a partir del 1 de abril de 2025, fecha en que entrarán en vigor las nuevas medidas aprobadas por la Seguridad Social. Esta reforma, que afectará principalmente a las modalidades de jubilación parcial, activa y demorada, tiene como objetivo fundamental mejorar la compatibilidad entre la percepción de la pensión y la continuidad en el mercado laboral, respondiendo así a los desafíos demográficos y económicos que afronta el país.
Los cambios representan un punto de inflexión en la política de pensiones, ya que flexibilizan considerablemente las condiciones para quienes deseen combinar su jubilación con algún tipo de actividad profesional. Estas modificaciones llegan en un momento crucial, cuando el envejecimiento poblacional y la sostenibilidad del sistema público de pensiones están en el centro del debate socioeconómico español.
Según los datos disponibles, la reforma afectará potencialmente a miles de trabajadores que se aproximan a la edad de jubilación o que ya han alcanzado la edad ordinaria, ofreciéndoles nuevas alternativas para gestionar su transición hacia el retiro laboral, ahora con mayores incentivos para prolongar su vida activa.
Novedades en la jubilación parcial: más flexibilidad y mejores condiciones
Las modificaciones en la jubilación parcial afectarán a sus dos variantes principales: la que requiere contrato de relevo y la que no lo precisa. En el primer caso, los trabajadores podrán acogerse a esta modalidad hasta tres años antes de alcanzar su edad ordinaria de jubilación, lo que supone una ampliación significativa del plazo actual.
Una de las novedades más relevantes es que quienes decidan anticipar más de dos años su jubilación tendrán la posibilidad de beneficiarse de una reducción de jornada más gradual. Concretamente, durante el primer año, esta reducción podrá oscilar entre un 20% y un 33%, permitiendo una adaptación más progresiva a la nueva situación laboral.
Otro cambio sustancial afecta a los trabajadores fijos discontinuos, que a partir de abril de 2025 podrán actuar como relevistas en el marco de la jubilación parcial. Esta medida amplía las oportunidades laborales para este colectivo y facilita los procesos de relevo generacional en las empresas.
La contratación del trabajador relevista deberá realizarse con carácter indefinido y a jornada completa, estableciéndose además la obligación de mantener dicho contrato durante al menos dos años después de la extinción de la jubilación parcial del trabajador sustituido, lo que refuerza la estabilidad laboral.
Para quienes ya hayan alcanzado la edad ordinaria de jubilación, también habrá cambios ventajosos. Podrán acceder a la jubilación parcial sin necesidad de contrato de relevo, con una reducción de jornada mucho más flexible, que oscilará entre el 25% y el 75%, frente al 50% establecido hasta ahora.
Jubilación activa: eliminación de requisitos y nuevos incentivos progresivos
La jubilación activa experimenta una de las transformaciones más profundas con esta reforma. A partir del 1 de abril de 2025, se eliminará el requisito de contar con una carrera de cotización completa para poder acceder a esta modalidad, lo que abrirá la puerta a un número significativamente mayor de trabajadores interesados en compatibilizar pensión y trabajo.
La Seguridad Social ha diseñado además un sistema de incentivos progresivos que hace especialmente atractiva esta opción para quienes decidan prolongar su vida laboral. De este modo, los beneficios de la jubilación activa serán perfectamente compatibles con los incentivos propios de la jubilación demorada.
El esquema de compatibilización de la pensión con la actividad laboral quedará establecido de forma escalonada:
- Con un año de demora en la jubilación activa, se podrá compatibilizar un 45% de la pensión
- Con dos años de demora, el porcentaje aumenta hasta el 55%
- Tras tres años de demora, la compatibilización alcanza el 65%
- Con cuatro años, se eleva hasta el 80%
- Finalmente, a partir de los cinco años de jubilación activa, será posible compatibilizar el 100% de la pensión con el desempeño de una actividad laboral
Este sistema escalonado pretende incentivar la permanencia en el mercado laboral de forma progresiva, permitiendo una transición más gradual hacia la jubilación completa y contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de pensiones.
¿Cómo afectará la reforma a la jubilación demorada?
La jubilación demorada, aquella que se produce cuando el trabajador decide seguir en activo más allá de la edad ordinaria de jubilación, también se verá beneficiada por las nuevas medidas. El principal cambio radica en la compatibilidad de sus incentivos propios con los de la jubilación activa, creando una sinergia que puede resultar muy ventajosa para determinados perfiles profesionales.
Los trabajadores que opten por demorar su jubilación podrán beneficiarse de un incremento en la cuantía de su pensión futura, además de acceder posteriormente a los porcentajes progresivos de compatibilización si deciden acogerse a la jubilación activa.
Esta combinación de incentivos busca fomentar la prolongación voluntaria de la vida laboral, especialmente entre aquellos profesionales cuya experiencia y conocimientos resultan valiosos para el tejido productivo español.
El impacto económico y social de las nuevas medidas
Los cambios previstos para abril de 2025 responden a una tendencia europea de adaptación de los sistemas de pensiones a las nuevas realidades demográficas y laborales. Con una población cada vez más envejecida y longevidad creciente, resulta fundamental encontrar fórmulas que garanticen tanto la sostenibilidad financiera del sistema como unas pensiones dignas.
Los expertos estiman que estas medidas podrían tener un impacto positivo en el mercado laboral español, al retener talento senior y experiencia en sectores estratégicos, a la vez que facilitan el relevo generacional mediante figuras como el contrato de relevo.
Desde el punto de vista económico, la prolongación de la vida laboral contribuye al aumento de la recaudación vía cotizaciones sociales y reduce la presión sobre el gasto en pensiones, aspectos fundamentales para el equilibrio del sistema.
¿Quiénes se beneficiarán más de estos cambios en la jubilación?
Los perfiles que potencialmente obtendrán mayores ventajas con esta reforma son diversos. Por un lado, los profesionales cualificados que desean reducir progresivamente su actividad sin abandonarla por completo encontrarán en la jubilación parcial una opción más flexible y adaptable a sus necesidades.
Por otro lado, los autónomos y profesionales liberales que habitualmente extienden su vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación podrán beneficiarse especialmente de la nueva configuración de la jubilación activa, compatibilizando en mayor medida sus ingresos profesionales con la pensión.
También los trabajadores fijos discontinuos verán ampliadas sus oportunidades laborales al poder participar como relevistas en procesos de jubilación parcial, lo que puede representar una vía importante de inserción laboral estable para este colectivo.
¿Cómo prepararse para aprovechar los cambios en el sistema de jubilación?
Para los trabajadores que se aproximan a la edad de jubilación, resulta recomendable informarse detalladamente sobre las distintas modalidades y sus requisitos específicos, idealmente con varios meses de antelación a la fecha prevista.
Los expertos en planificación financiera sugieren analizar cuidadosamente cada opción en función de la situación personal, profesional y económica de cada individuo, ya que la elección óptima puede variar considerablemente según estos factores.
Las organizaciones sindicales y las asociaciones de mayores ya han comenzado a organizar sesiones informativas para facilitar la comprensión de estos cambios entre los trabajadores afectados, conscientes de la complejidad que a veces entraña el sistema de pensiones español.