Fieles a la palma y el palmón

Muchos leridanos abrieron ayer la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos y la tradicional bendición de las palmas, palmones y ramos de olivo y laurel. El acto central en la diócesis de Lleida tuvo lugar en la Catedral, donde el obispo, Salvador Giménez, presidió la eucaristía. Muchos fieles, especialmente niños y niñas que llevaban sus palmas, se concentraron en las puertas del templo para recibir la bendición. Allí escucharon el pasaje del Evangelio donde se narra la entrada de Jesús en Jerusalén. Además, durante la misa se leyó la Pasión de Jesucristo según San Lucas. No hubo homilía para que no fuera excesivamente larga, según informó la diócesis.La escena de la bendición de las palmas se repitió en todas las parroquias de este obispado y también en las de Urgell y Solsona.

Una de las más esperadas fue la del barrio Pardinyes, donde tuvo lugar la procesión protagonizada por el paso de La Somereta. Organizada per la Confraria de la Sagrada Família i Sant Cristòfol, recorrió las calles Miquel de Cortiada, Enginyer Cellers, Anastasia Pinós, Corregidor Escofet, Camí de Corbins y Ramon Argilés. A continuación se celebró la misa en la iglesia de Sant Salvador.

En La Seu d’Urgell hubo una lucida celebración. Las familias llenaron la plaza dels Oms, hubo procesión y una misa en la catedral oficiada por el arzobispo, Joan-Enric Vives, junto con el obispo coadjuntor de Urgell, Josep-Lluís Serrano. En su homilía, Vives pidió sostener la “buena actitud” de los padres, de los abuelos, de las familias, que acompañan a los más pequeños y a los jóvenes en su fe para que conozcan a Jesús y le quieran. También fue multitudinaria en Tàrrega, a pesar de las nubes y la amenaza de lluvia. El párroco, Xavier Romero, hizo la bendición en la iglesia de Santa Maria de l’Alba.