La lluvia respeta la Processó dels Dolors de Lleida
Miles de personas siguen el primer gran desfile de la Semana Santa en Lleida, con una docena de pasos. Ligeras precipitaciones obligaron a tapar las figuras con plásticos al final de la jornada

La Mare de Déu dels Dolors fue una de las protagonistas. - GERARD HOYAS
Miles de fieles, vecinos y curiosos siguieron ayer la primera de las grandes procesiones de la Setmana Santa en la capital del Segrià, la dels Dolors, que este año pudo sacar el Sant Crucifici una vez restaurado. De todas las edades eran también los integrantes de las cofradías participantes que alzaron hasta doce pasos y recorrieron las calles céntricas de Lleida con inicio y fin en el oratorio de Nostra Senyora dels Dolors, en la calle Cavallers.
La procesión empezó puntual, a las 19.30 horas, y el buen tiempo permitió que se desarrollara con normalidad hasta que cayó el sol. Entonces, sobre las 21.00 horas, empezaron a caer unas pocas gotas de lluvia que obligaron a tapar algunas de las figuras con plásticos.
Los Armats dels Dolors encabezaron el desfile y precedieron a las cofradías con sus vestas, penitentes, bandas de música y agrupaciones de tambores y bombos. Tambores y bombos que se mezclaron con el sonido de truenos que anticiparon una lluvia más fuerte que aceleró el fin de la procesión. Mientras los Armats llegaban al oratorio dels Dolors, las cofradías avanzaron su paso para evitar daños en las figuras. El Domingo de Ramos concluyó con el canto del Salve Regia dentro del oratorio, pero el encuentro del Nazareno con la Mare de Déu dels Dolors no se pudo celebrar.
Uno de los momentos más emocionantes de la jornada fue la salida de la Mare de Déu dels Dolors de su oratorio, dadas las dificultades para maniobrar en una calle estrecha como Cavallers. También destacaron los penitentes que cargaron grandes cruces de madera en el hombro mientras andaban descalzos arrastrando cadenas.
El obispo de Lleida, Salvador Giménez, presenció el desfile desde una tribuna de autoridades con el alcalde, Fèlix Larrosa. La procesión fue retransmitida en directo por Lleida TV.
«Si mi nieto termina el pasacalles ya será un logro»
Tres generaciones de la familia Alrich desfilaron ayer juntas en la emblemática Processó dels Armats. Joan Magí Alrich (77), el miembro más veterano del grupo con 60 años de participación, estuvo acompañado por su hijo Joan Magí Alrich (46) y su nieto Logan Alrich (6), quien debutó en el desfile, siguiendo los pasos de su abuelo y su padre. Curiosamente, el padre también hizo su primera procesión a los 6 años, mientras que el abuelo comenzó a participar a los 18. Logan expresó estar emocionado, aunque algo nervioso, mientras su abuelo bromeó sobre el esfuerzo que supone completar todo el recorrido. “Si Logan termina el pasacalles ya será un logro”, dijo. Además, Alrich recordó anécdotas de antaño, como la rivalidad de hace décadas entre la cofradía de los Armats de la Sang, que entonces estaba formada por familias acomodadas, y los dels Dolors, mayoritariamente payeses. No son la única familia con tres generaciones en la procesión, lo que pone en evidencia que hay relevo generacional y compromiso por mantener viva esta tradición.