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Más del 60% de los españoles sintió "miedo" con el apagón, según un estudio

Un estudio revela que la falta de información y recursos generó ansiedad, compras de pánico y una percepción generalizada de vulnerabilidad

Una torre de alta tensión durante el apagón.

Una torre de alta tensión durante el apagón.Fernando Otero - Europa Press

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agencias 

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El apagón masivo que afectó a España el pasado 28 de abril provocó un impacto psicológico y conductual en la población "mucho más profundo y duradero de lo que podría imaginarse", según revela un reciente estudio elaborado por investigadores de las universidades de Granada (UGR) y Málaga (UMA). La investigación, que ha analizado la respuesta ciudadana durante esta crisis, muestra que un 61,8% de los españoles experimentó sensaciones de miedo mientras el país quedaba sumido en la oscuridad.

Mientras los informes oficiales se han centrado principalmente en las causas técnicas y las consecuencias económicas del fallo eléctrico, este trabajo académico ofrece una perspectiva complementaria al poner el foco en las reacciones emocionales y comportamentales de la ciudadanía. El estudio, liderado por los catedráticos Francisco Liébana-Cabanillas y Sebastián Molinillo junto con los investigadores Elena Higueras-Castillo y Francisco Rejón-Guardia, ha contado con la participación de más de 400 personas a través de encuestas y entrevistas en profundidad, financiado por el Proyecto I+D+i 'Emergencias crónicas y transformación ecosocial' del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Los resultados muestran que un 60% de los encuestados manifestó sentirse más vulnerable ante posibles cortes futuros y aproximadamente la mitad calificó la experiencia como "altamente impactante". Lo más significativo es que apenas un 5% de los participantes se sintió adecuadamente informado durante la crisis, lo que contribuyó a intensificar las sensaciones de desconcierto e inseguridad.

El impacto emocional y las reacciones de compra tras el apagón

El estudio ha identificado un complejo entramado de emociones entre los ciudadanos afectados por el corte eléctrico. Los participantes describieron un "cóctel intenso" de estados que incluían alerta, molestia, atención y determinación. Los investigadores destacan que estas respuestas emocionales no desaparecieron con el restablecimiento del suministro, sino que en muchos casos se intensificaron con el paso de las horas, alimentadas por la escasa información disponible sobre lo que estaba ocurriendo.

Un hallazgo particularmente relevante es la conexión entre el estado emocional y lo que los expertos denominan "compra de pánico". El 25% de los encuestados reconoció haber realizado compras como consecuencia directa del apagón, acaparando productos que en circunstancias normales no adquirirían. Este comportamiento no responde a una planificación racional, sino que está impulsado por factores emocionales como el miedo a quedarse sin productos básicos, la ansiedad ante lo incierto y la necesidad de recuperar cierta sensación de control.

"El acto de llenar el carrito, aun de productos que podrían no ser necesarios, se convirtió en una respuesta tanto emocional como práctica, en un intento de recobrar la seguridad", señalan los investigadores. Los datos también revelan que la duración del corte y la falta de información influyeron directamente en la sensación de vulnerabilidad y, consecuentemente, en la tendencia a acumular productos.

La preparación de los españoles frente a emergencias energéticas

Uno de los aspectos más preocupantes que revela el estudio es el bajo nivel de preparación de la población española para afrontar crisis energéticas de esta magnitud. Menos del 40% de los encuestados disponía de recursos básicos como linternas, velas o pequeños acumuladores portátiles de energía cuando se produjo el apagón, una cifra que contrasta con la situación en otros países europeos donde la cultura de prevención está más arraigada.

El análisis también ha detectado diferencias significativas en función del entorno urbano. Los habitantes de grandes núcleos urbanos mostraron, en general, una mayor preparación en aspectos básicos como el almacenamiento de alimentos no perecederos o la disposición de kits de emergencia. Por el contrario, en las localidades más pequeñas la preparación resultó ser inferior, especialmente en cuanto a medios técnicos y reservas alimentarias.

Sin embargo, la investigación constata que la disponibilidad de recursos más especializados, como generadores eléctricos, grandes baterías o paneles solares portátiles, fue escasa en todos los municipios, independientemente de su tamaño, lo que evidencia "una falta estructural de resiliencia energética" en el conjunto del país.

Recomendaciones para fortalecer la resiliencia ciudadana

A partir de los resultados obtenidos, los investigadores han elaborado una serie de recomendaciones básicas orientadas a reforzar la capacidad de respuesta de la población ante situaciones adversas similares. Estas propuestas abordan tanto la dimensión material —la disponibilidad de recursos técnicos y suministros— como la preparación emocional y psicológica para gestionar la incertidumbre.

Los expertos consideran que este estudio representa "un punto de inflexión" en la forma de analizar las crisis energéticas en España, al complementar los enfoques técnicos tradicionales con una perspectiva centrada en las emociones y comportamientos de la ciudadanía. "Comprender cómo reacciona la sociedad ante situaciones de alta incertidumbre permite anticipar comportamientos y construir resiliencia colectiva", subrayan.

"Prepararse colectivamente es, hoy más que nunca, un acto de cuidado y de responsabilidad social. Y quizás esa sea otra de las grandes lecciones del apagón: que más allá de las cuestiones técnicas, es fundamental preparar a la población para preservar las sensaciones de confianza y seguridad", concluyen los investigadores de la UGR y la UMA.

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