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El pueblo de Lleida de poco más de 100 habitantes donde se elabora una de las mejores mieles de Cataluña

Elaborada con métodos tradicionales y trashumancia apícola, la miel premiada destaca por su pureza y la autenticidad del paisaje pirenaico

Iglesia de Sant Julià de Garòs, en la Val d'Aran.

Iglesia de Sant Julià de Garòs, en la Val d'Aran.Wikipedia.

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La miel artesana producida por Mèu Eth Brinhon al pequeño núcleo de Garòs, un enclave aranés de sólo 132 habitantes en el municipio de Naut Aran, ha sido reconocida como la mejor de Cataluña en dos categorías diferentes. Durante la quinta edición del prestigioso certamen 'Les mejores mieles catalanas', esta pequeña productora recibió el galardón tanto en la mejor Miel de Flores como en la mejor Miel de Montaña, consolidándose así como un referente en el sector apícola del territorio catalán.

Este reconocimiento pone en valor el trabajo artesanal de Eth Brinhon, que elabora su producto mediante métodos tradicionales y sostenibles. Durante el verano, los panals de abejas se distribuyen estratégicamente por toda la Val d'Aran, permitiendo obtener una exquisita miel de mil flores que captura la esencia de la biodiversidad pirenaica. Una de las particularidades más interesantes de su proceso productivo es la trashumancia que realizan en invierno, cuando trasladan las colmenas hacia los campos de Lleida, donde producen miel de romero, para proteger las abejas de las duras condiciones climáticas aranesas.

La miel premiada se comercializa principalmente en tarros de cristal de 500 gramos, formado que permite conservar todas las propiedades de este producto puro, sin aditivos ni conservantes artificiales. Los expertos recomiendan conservarla en un lugar fresco, seco y protegido de la luz para mantener intactas sus propiedades organolépticas.

Garòs, un pequeño tesoro con gran historia en la Val d'Aran

Situado en la vertiente derecha del Garona, a 1.115 metros de altitud, Garòs se ubica estratégicamente entre los barrancos de Cal y Salider, justo al límite entre los términos municipales de Naut Aran y Vielha e Mijaran. Este pueblo, declarado en el 2023 como uno de los más bonitos del país, mantiene escudos nobiliarios y ventanas de estilo gótico y renacentista que testimonian su relevancia histórica.

En el centro del casco antiguo se levanta la iglesia parroquial de Sant Julià, de origen románico con importantes elementos góticos, que constituye uno de los principales atractivos patrimoniales de la localidad. En su interior destaca una cruz de plata, un Cristo, y una imagen de la Virgen, mientras que en el exterior se erige un campanario de grandes dimensiones.

Una curiosidad local es la leyenda popular que afirma que en la iglesia se encontró la calavera del guerrero Gegant Mandrónius, que hizo frente a la invasión romana en la zona. Además, en la entrada del pueblo, detrás de la iglesia, hay un yacimiento de restos paleocristianos y la antigua necrópolis medieval deth Haro.

Hay que destacar que Garòs fue municipio independiente hasta mediados del siglo XIX, cuando se integró en Arties. Actualmente, forma parte del municipio de Naut Aran y, como muchos otros pueblos de la zona, ha experimentado en las últimas décadas un desarrollo urbanístico notable con la construcción de viviendas de segunda residencia que forman la urbanización conocida como Era Aprisco de Garòs.

La tradición apícola en la Val d'Aran: un tesoro cultural y económico

La producción de miel en la Val d'Aran tiene una larga tradición que se ha visto revitalizada en los últimos años gracias a pequeños productores como Eth Brinhon, que apuestan por métodos tradicionales y sostenibles. Les características geográficas y climáticas de esta zona permiten obtener mieles con propiedades únicas, marcadas por la rica diversidad de flora autóctona de montaña.

La apicultura aranesa juega un papel fundamental en la preservación de la biodiversidad local, ya que las abejas son polinizadoras esenciales para numerosas especies vegetales. Este doble beneficio —producción de miel de alta calidad y conservación del medio natural— hace que iniciativas como la de Eth Brinhon sean especialmente valoradas tanto por los expertos del sector como por los consumidores.

La práctica apícola en zonas de montaña como la Val d'Aran supone un reto adicional por las condiciones climáticas extremas, pero al mismo tiempo ofrece la oportunidad de obtener mieles de una calidad excepcional gracias a la flora de alta montaña, libre de contaminantes y con propiedades únicas.

El certamen 'Les mejores mieles catalanas': escaparate de la excelencia apícola

El certamen, que este año celebraba su quinta edición, se ha consolidado como uno de los acontecimientos más relevantes del sector apícola catalán. Este concurso no sólo reconoce la calidad de los productos presentados, sino que también contribuye a visibilizar el trabajo de los pequeños productores y a promover el consumo de miel de proximidad entre los consumidores.

Los premios obtenidos por Eth Brinhon representan un importante reconocimiento al trabajo artesanal y al compromiso con la calidad, especialmente significativo tratándose de una pequeña productora de un pueblo con poco más de un centenar de habitantes, que ha conseguido destacar en un sector cada vez más competitivo.

El jurado del certamen valora aspectos como las propiedades organolépticas del producto, su pureza, el origen floral y el proceso de elaboración, entre otros factores que determinan la excelencia de una miel.

Propiedades y beneficios de las mieles de montaña: un tesoro nutricional

Les mieles de montaña, como la premiada de Eth Brinhon, se caracterizan por provenir de flores que crecen en altura, en zonas con baja contaminación y rica biodiversidad. Estas condiciones confieren a estas mieles propiedades nutricionales particulares y un sabor distintivo que las hace especialmente valoradas.

Entre sus beneficios destacan sus propiedades antisépticas y antibacterianas, así como un alto contenido en antioxidantes. Además, las mieles de montaña suelen presentar un perfil de sabores complejo y matizado, fruto de la variedad de flores silvestres que las abejas polinizan en estos entornos naturales privilegiados.

El reconocimiento a la miel de Eth Brinhon no sólo supone un éxito para esta pequeña empresa aranesa, sino que también pone en valor el potencial de los productos artesanos de las zonas rurales catalanas y contribuye a dinamizar la economía local de lugares como Garòs, reforzando así el arraigo de la población en territorios de montaña que luchan contra el despoblamiento.

Turismo y gastronomía: una propuesta integral en Garòs

Más allá de su premiada miel, Garòs ofrece a los visitantes una experiencia turística completa. El idílico paisaje que lo rodea, con su ubicación estratégica en la Val d'Aran, hacen de este pueblo una destinación única y especial a cualquier época del año.

La Plaza Major está rodeada por calles de piedra, y es el lugar ideal para dar un paseo y relajarse, mientras se admira la arquitectura de las casas y edificios tradicionales. Para los amantes del senderismo, la zona ofrece numerosas rutas, como la circular en Artiga de Lin, sin complicaciones, perfecta para una excursión en familia.

En Garòs hay varios establecimientos donde se puede probar la singular gastronomía de alta montaña, típica de la Val d'Aran. Entre los platos más emblemáticos destacan la olla aranesa, los caulets, así como los reconocidos patés, quesos y embutidos de la zona.

¿Qué actividades culturales se pueden disfrutar en Garòs?

La vida cultural de Garòs, a pesar de ser un pueblo pequeño, es sorprendentemente activa. La Fiesta Mayor se celebra todos los 16 de agosto por Sant Roc y los 28 de agosto por Sant Julià, ofreciendo una oportunidad única para conocer las tradiciones locales.

Si la visita coincide con la verbena de Sant Joan, se puede participar en la singular Fiesta de eth Biruji en el próximo municipio de Arties, una celebración ancestral relacionada con los periodos de cultivo, que forma parte de las denominadas Fallas del Pirineo, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

¿Cómo afecta al cambio climático en la producción de miel de montaña?

El cambio climático representa un desafío significativo para los productores de miel de montaña. Les alteraciones en los patrones de floración, los cambios en las temporadas y los fenómenos meteorológicos extremos afectan directamente a la producción apícola. Productores como Eth Brinhon han tenido que adaptar sus prácticas, incluida la trashumancia invernal, para garantizar la supervivencia de las abejas y mantener la calidad de su producto.

Paradójicamente, estas adaptaciones también han contribuido a mejorar la calidad y diversidad de sus mieles, como lo demuestra el doble reconocimiento obtenido al certamen catalán. La capacidad de adaptación e innovación de estos pequeños productores es clave para el futuro de la apicultura de montaña en un contexto de cambio climático global.



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