Piscinas naturales en el corazón de Lleida: dos joyas escondidas para disfrutar este verano
Descubre dos parajes que combinan naturaleza, agua cristalina y tranquilidad en lugares poco conocidos, ideales para huir del calor veraniego

Barranc de Merea.
La provincia de Lleida esconde auténticos tesoros naturales que se convierten en refugios perfectos durante los meses de verano. Entre estos, destacan especialmente dos piscinas naturales situadas en el corazón del Pallars Jussà: el Forat d'Abella (también conocido como "Lo Foradot") y el Barranc de Merea. Estos lugares, todavía no masificados, ofrecen a los visitantes no sólo un espacio para refrescarse, sino también la oportunidad de disfrutar de paisajes espectaculares y rutas accesibles para varios niveles de excursionismo.
El aumento de las temperaturas durante el verano invita a muchos catalanes a buscar alternativas a las playas y piscinas convencionales. Les piscinas naturales de Lleida se han convertido en una opción cada vez más valorada por los amantes de la naturaleza y el turismo sostenible, ya que permiten combinar la actividad física con el baño en entornos privilegiados y poco alterados por la acción humana.
El Forat d'Abella: una gruta impresionante en el Pallars
El Forat d'Abella se presenta como una de las mejores piscinas naturales de toda la provincia de Lleida. Este espacio, caracterizado por ser una estrecha y alta gruta donde el agua ha abierto un camino serpenteante entre las rocas, todavía conserva la tranquilidad de un lugar poco frecuentado a pesar de su belleza excepcional.
Para acceder, hay que dirigirse al pueblo de Abella de la Conca, en el Pallars Jussà, y después seguir el curso del río Abella. La ruta requiere cierta preparación, ya que los excursionistas tienen que caminar parcialmente por dentro del mismo río, que puede resultar resbaladizo en algunos tramos. Es aconsejable llevar calzado adecuado para mojarse, especialmente durante el verano, cuando esta circunstancia más bien se agradece.
La duración total del recorrido, contando ida y vuelta sin paradas, es de aproximadamente 3 horas. Durante todo el trayecto, el visitante puede disfrutar de vistas panorámicas impresionantes del paisaje pallarés, que culminan con la llegada al Forat d'Abella, un espacio que no decepciona.
Barranc de Merea: una cascada de 10 metros con piscina natural
La otra joya escondida es el Barranc de Merea, situado también en el Pallars Jussà. Para llegar, hay que dirigirse a Merea, una pequeña población que, a pesar de ser poco conocida, deja una huella imborrable en la memoria de sus visitantes.
A poco más de un kilómetro de distancia de este núcleo, en dirección a Gramenet, se encuentra un pequeño puente que atraviesa el río de Conques. Una vez cruzado, un panel informativo marca el inicio de la ruta que conduce al Barranc de Merea. El trayecto es relativamente corto, requiriendo sólo unos 20 minutos de caminata para llegar al Salt de Merea.
Esta cascada de aproximadamente 10 metros de altura ha generado, con el paso del tiempo, unas piscinas naturales conocidas colectivamente como el Barranc de Merea. A diferencia de otros lugares similares, esta excursión resulta agradable, fácil y accesible para todos los miembros de la familia, independientemente de su condición física.
A pesar de no figurar entre las piscinas naturales más conocidas de Cataluña, el Barranc de Merea ofrece una experiencia única gracias a la paz que transmite el entorno y la oportunidad de refrescarse en un ambiente de tranquilidad absoluta, lejos del ruido turístico de otras destinaciones más populares.
Piscinas naturales: una alternativa sostenible al turismo convencional
Les piscinas naturales como el Forat d'Abella y el Barranc de Merea representan una alternativa cada vez más valorada por los turistas que buscan experiencias auténticas y respetuosas con el medio ambiente. Estos espacios, formados por la acción erosiva del agua sobre la roca a lo largo de miles de años, constituyen ecosistemas frágiles que hay que preservar.
Los expertos en turismo sostenible destacan la importancia de visitar estos lugares con actitud responsable, evitando dejar residuos, respetando la flora y fauna locales, y siguiendo siempre los caminos señalizados para minimizar el impacto ambiental.
¿Cómo preparar la visita a las piscinas naturales del Pallars Jussà?
Para disfrutar plenamente de estos espacios naturales, es recomendable tener en cuenta algunos aspectos prácticos. En primer lugar, hay que consultar las previsiones meteorológicas antes de emprender la excursión, ya que en caso de lluvias recientes podría haber crecidas repentinas de los ríos que harían peligrosa la visita.
Con respecto al equipamiento, es aconsejable llevar calzado adecuado para caminar por terrenos irregulares y que se pueda mojar, protección solar, agua suficiente y algún alimento energético. También es importante disponer de una muda de ropa seca para después del baño y una toalla.
La mejor época para visitar estas piscinas naturales es entre junio y septiembre, cuando las temperaturas son más elevadas y el caudal de los ríos suele ser menor, cosa que facilita tanto el acceso como el baño. No obstante, incluso en pleno verano, el agua de estas piscinas naturales suele mantenerse fresca, proporcionando un alivio perfecto contra el calor.