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Manuel Viso, médico: "Cuando hace mucho calor, dejar de sudar es la peor de las señales"

El detalle que muchos pasan por alto cuando suben las temperaturas y que es de vital importancia 

Manuel Viso.

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El doctor Manuel Viso, especialista en medicina interna, ha lanzado una importante advertencia sobre los peligros asociados a la exposición a altas temperaturas durante los meses de verano. "Cuando hace calor dejar de sudar es mala señal", afirma categóricamente el facultativo, destacando uno de los síntomas más preocupantes que puede experimentar nuestro organismo en situaciones de calor extremo. Esta alerta cobra especial relevancia en el contexto actual, donde el verano de 2025 está batiendo récords de temperatura.

En un video publicado en sus redes sociales, el Dr. Viso ha explicado que el sudor es el principal mecanismo de defensa del cuerpo humano para regular su temperatura interna cuando se enfrenta a ambientes calurosos. "El cese de la sudoración durante exposiciones prolongadas al calor puede ser indicativo de un golpe de calor, una condición potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata", señala el experto. Esta situación se produce cuando los mecanismos termorreguladores del organismo fallan, provocando un aumento rápido de la temperatura corporal que puede superar los 40 grados centígrados.

Según el médico, además de la ausencia de sudor, otros síntomas de alarma incluyen mareos intensos, confusión, náuseas, piel enrojecida y caliente al tacto, respiración agitada y pulso acelerado. "No estamos hablando de una simple incomodidad veraniega, sino de una emergencia médica que puede provocar daños en múltiples órganos e incluso la muerte si no se actúa con rapidez", advierte el Dr. Viso, subrayando la importancia de reconocer estos signos y actuar con celeridad.

Factores de riesgo ante las altas temperaturas

El especialista ha identificado diversos grupos de población especialmente vulnerables ante las olas de calor. "Los ancianos, niños pequeños, personas con enfermedades crónicas como diabetes o problemas cardíacos, y quienes toman ciertos medicamentos como diuréticos o antidepresivos tienen un riesgo incrementado", explica. Esto se debe a que estos colectivos pueden tener comprometida su capacidad para regular la temperatura corporal o percibir la sensación de sed adecuadamente.

Las estadísticas resultan alarmantes: según datos del Ministerio de Sanidad, durante el verano de 2024 se registraron más de 2.500 casos de golpes de calor que requirieron atención hospitalaria en España, y las previsiones para este 2025 no son optimistas considerando las temperaturas que ya se están registrando en primavera. "Los estudios epidemiológicos muestran que el cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de las olas de calor, lo que probablemente incrementará estos casos en los próximos años", advierte el Dr. Viso.

Medidas preventivas recomendadas por los expertos

Ante este escenario, el Dr. Viso ha ofrecido una serie de recomendaciones para prevenir problemas de salud relacionados con el calor. "Es fundamental mantener una hidratación constante a lo largo del día, incluso cuando no se sienta sed", recomienda. Esto implica beber entre 2 y 3 litros de agua diarios durante los períodos de altas temperaturas, cantidad que debe aumentarse si se realiza actividad física o se permanece al aire libre.

Otras medidas preventivas incluyen evitar la exposición directa al sol entre las 12:00 y las 16:00 horas, utilizar ropa ligera y de colores claros, buscar espacios con aire acondicionado o bien ventilados, y refrescarse con duchas o baños de agua tibia. "También es importante prestar atención a la alimentación, optando por comidas ligeras y ricas en agua como frutas y verduras, y evitando el alcohol que contribuye a la deshidratación", añade el especialista.

El médico hace especial hincapié en la vigilancia de personas vulnerables: "Debemos estar pendientes de nuestros mayores, especialmente aquellos que viven solos, comprobando regularmente su estado y asegurándonos de que siguen estas recomendaciones". Para quienes trabajan al aire libre, sugiere adoptar horarios que eviten las horas centrales del día, realizar descansos frecuentes a la sombra y mantenerse constantemente hidratados.

Cómo actuar ante un posible golpe de calor

El Dr. Viso también ha detallado el protocolo de actuación ante la sospecha de un golpe de calor. "Lo primero es trasladar a la persona a un lugar fresco y a la sombra, recostarla con las piernas elevadas y aflojar su ropa", explica. A continuación, se debe intentar bajar su temperatura corporal mediante compresas frías en cuello, axilas e ingles, o mediante una ducha de agua tibia si es posible.

"Si la persona está consciente, se le debe ofrecer agua para beber en pequeños sorbos, pero nunca bebidas alcohólicas o con cafeína que empeoran la deshidratación", puntualiza el especialista. En cualquier caso, recomienda llamar inmediatamente a los servicios de emergencia (112) si se observan síntomas graves como confusión, pérdida de conocimiento o temperatura corporal muy elevada, ya que el tratamiento médico profesional es crucial en estos casos.

¿Cómo afectan las altas temperaturas a diferentes grupos de edad?

Un aspecto importante que el Dr. Viso ha querido destacar es que el calor no afecta por igual a todas las personas. "Los niños pequeños, especialmente los menores de 4 años, tienen un sistema termorregulador inmaduro que les hace más vulnerables al calor", explica. En su caso, pueden no ser capaces de expresar claramente que se sienten mal, por lo que los adultos deben estar atentos a signos como irritabilidad, somnolencia inusual o piel muy caliente y seca.

En el otro extremo del espectro de edad, las personas mayores presentan un riesgo incrementado por diversos factores. "Con la edad, la sensación de sed disminuye y los mecanismos de sudoración se vuelven menos eficientes", detalla el médico. Además, muchos ancianos toman medicamentos que pueden interferir con la capacidad del cuerpo para responder al calor o aumentar la producción de calor metabólico.

"Las personas con sobrepeso también tienen mayor riesgo, ya que la grasa corporal actúa como un aislante que dificulta la disipación del calor", añade el Dr. Viso. Este grupo poblacional suele presentar además mayor esfuerzo cardiovascular, lo que complica aún más su adaptación a las temperaturas elevadas.

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