Netflix elimina el plan básico en España y obliga a elegir entre anuncios o pagar casi el doble
La plataforma de streaming retira su opción más económica sin publicidad y empuja a los usuarios a migrar al plan con anuncios o al Estándar, en una estrategia que refuerza su apuesta por la publicidad como motor de ingresos

Imagen de archivo de Netflix.
En una medida que ha sorprendido a sus suscriptores, Netflix ha anunciado la eliminación de su plan básico en España a partir del 31 de julio, una decisión que afecta directamente a los usuarios que disfrutaban de este servicio por 7,99 euros mensuales. Según ha informado la compañía, los afectados deberán elegir entre migrar al plan con publicidad por 6,99 euros o pagar casi el doble por el plan Estándar sin anuncios.
La plataforma líder en streaming está presentando este cambio como una ventaja para los usuarios, asegurando que podrán ahorrarse "un 30%" con el plan con anuncios. Sin embargo, esta modificación supone realmente un dilema para los suscriptores: aceptar publicidad en sus contenidos o desembolsar 13,99 euros mensuales por el plan Estándar si desean mantener una experiencia sin interrupciones publicitarias.
Este movimiento no ha sido inesperado, ya que Netflix había iniciado este proceso a finales de 2023 cuando eliminó el plan básico para nuevos usuarios en España, aunque permitió que quienes ya lo tenían contratado pudieran mantenerlo. La decisión actual afecta precisamente a estos últimos suscriptores, que reciben ahora la notificación de cambio obligatorio de plan.
La estrategia publicitaria detrás de la decisión de Netflix
La eliminación del plan básico responde a una estrategia empresarial clara. Netflix ha descubierto una importante fuente de ingresos en la publicidad, factor que le ha permitido presentar resultados financieros positivos durante varios trimestres consecutivos, mientras otras plataformas de streaming experimentan dificultades económicas.
De hecho, la compañía está evolucionando hacia un modelo de negocio donde la publicidad gana cada vez más peso. Netflix ha desarrollado su propia plataforma de anuncios para generar ingresos directos sin depender de intermediarios, lo que demuestra su apuesta decidida por este modelo híbrido de suscripción con publicidad.
Esta transformación refleja un cambio fundamental en la estrategia de la empresa, que inicialmente se posicionó como alternativa a la televisión tradicional precisamente por ofrecer contenidos sin interrupciones publicitarias. Ahora, paradójicamente, Netflix se está convirtiendo en una compañía publicitaria que también ofrece contenido de streaming.
Opciones disponibles para los usuarios tras la eliminación del plan básico
Con la desaparición del plan básico, los usuarios de Netflix en España disponen ahora de tres alternativas:
- Plan con anuncios (6,99 euros/mes): Ofrece acceso a la biblioteca de contenidos pero incluye interrupciones publicitarias durante la reproducción.
- Plan Estándar (13,99 euros/mes): Sin publicidad, permite visualización en Full HD y en dos dispositivos simultáneamente.
- Plan Premium (17,99 euros/mes): La opción más completa, ofrece calidad Ultra HD, sonido espacial y hasta cuatro dispositivos simultáneos.
Esta reestructuración de la oferta comercial deja un importante vacío en el segmento de precio medio-bajo sin publicidad, que anteriormente ocupaba el plan básico. Los usuarios que busquen una experiencia sin anuncios deberán asumir un incremento significativo en su factura mensual, pasando de 7,99 euros a 13,99 euros.
El auge de la publicidad en las plataformas de streaming
La decisión de Netflix no es un caso aislado en el sector. La tendencia hacia modelos mixtos de suscripción con publicidad se está extendiendo entre las principales plataformas de streaming, que buscan diversificar sus fuentes de ingresos en un mercado cada vez más competitivo y saturado.
Este giro estratégico responde a varios factores: la ralentización en el crecimiento de suscriptores, el aumento de los costes de producción de contenidos originales y la presión de los inversores por mejorar la rentabilidad. En este contexto, la publicidad emerge como una vía para mantener precios competitivos mientras se incrementan los ingresos por usuario.
Netflix ha demostrado ser especialmente resiliente ante las polémicas que han suscitado sus cambios de política, como ocurrió con las restricciones para compartir cuentas implementadas en 2023. A pesar de la reacción inicial negativa, la compañía logró aumentar su base de suscriptores tras aplicar esas medidas, lo que probablemente ha reforzado su confianza para tomar decisiones controvertidas como la actual eliminación del plan básico.
¿Seguirán otras plataformas el ejemplo de Netflix?
La decisión de Netflix de eliminar su plan básico sin publicidad podría marcar tendencia en el sector. Competidores como Disney+, HBO Max (ahora Max) o Prime Video observan atentamente los resultados de estas estrategias para valorar movimientos similares.
De hecho, varias plataformas ya han implementado planes con publicidad, pero Netflix es la primera en eliminar completamente su opción más económica sin anuncios. Si esta medida resulta exitosa en términos financieros, es probable que veamos acciones similares por parte de la competencia, reduciendo progresivamente las opciones sin publicidad asequibles.
Este panorama plantea interrogantes sobre el futuro del streaming, que podría estar evolucionando hacia un modelo híbrido más cercano a la televisión tradicional de lo que muchos usuarios esperaban cuando abandonaron precisamente ese formato en favor de las plataformas digitales.