La planta cuyo olor ayuda a dormir
La ciencia confirma que algunos aromas actúan sobre el cerebro, favoreciendo un descanso profundo y mayor concentración.

Aromaterapia.
Los aromas tienen un poder mucho más significativo de lo que habitualmente se reconoce, especialmente cuando hablamos de calidad del sueño. La aromaterapia, una disciplina con miles de años de antigüedad, ha pasado de ser considerada una práctica alternativa a convertirse en objeto de estudio científico, demostrando beneficios tangibles para quienes sufren problemas de sueño. Los extractos de aceites esenciales, particularmente el de lavanda, están ganando reconocimiento en la comunidad médica por sus propiedades sedantes naturales.
Investigaciones científicas recientes han confirmado lo que culturas tradicionales llevan siglos aplicando: determinados aromas actúan directamente sobre regiones cerebrales relacionadas con el descanso. Un estudio publicado en 2013 titulado "Lavender and the nervous system" evidenció que cuando inhalamos moléculas de lavanda, estas son captadas por los receptores nasales que envían señales directas al bulbo olfatorio. Esta estructura cerebral mantiene conexiones privilegiadas con el sistema límbico, responsable de regular nuestras emociones y estados de ánimo, lo que explica por qué ciertos olores desencadenan respuestas emocionales intensas o evocan recuerdos vívidos.
Colocar flores de lavanda cerca de la cama puede reducir significativamente la activación del sistema nervioso simpático, el mismo que controla nuestra respuesta de "lucha o huida" ante situaciones estresantes. Al disminuir esta activación, se facilita la transición hacia un estado de relajación propicio para un sueño más profundo y reparador. Además de mejorar la calidad del descanso, la aromaterapia ha mostrado efectos positivos en la capacidad de concentración y atención, con estudios que señalan cómo el incienso modula las ondas alfa cerebrales (fundamentales durante la meditación), mientras que la menta potencia la memoria y la atención según investigaciones publicadas entre 2008 y 2013.
Cómo funciona la aromaterapia en nuestro cerebro
Las respuestas fisiológicas que experimentamos ante determinados aromas no son casuales ni meramente subjetivas. Los científicos han documentado que estos efectos se deben a la modulación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, un complejo sistema neuroendocrino que regula numerosas funciones corporales, incluidas las relacionadas con el estrés y el descanso. Mediante resonancias magnéticas funcionales, los investigadores han observado cambios medibles en la actividad cerebral cuando los sujetos son expuestos a ciertos aromas terapéuticos.
Contrariamente a la creencia popular que sugiere que los humanos tenemos un sentido del olfato poco desarrollado, estudios recientes indican que nuestra capacidad olfativa es mucho más sofisticada de lo que se pensaba. Podemos detectar y diferenciar miles de olores distintos, y nuestro cerebro procesa esta información de formas complejas que afectan directamente a nuestro estado físico y mental. En 2020, investigadores de la Universidad de California publicaron un trabajo que demuestra cómo el olfato humano puede discriminar entre más de un billón de estímulos olfativos diferentes, una capacidad muy superior a la que tradicionalmente se le atribuía.
La popularidad de la aromaterapia ha experimentado un auge considerable en los últimos años, con un incremento del 27% en las búsquedas relacionadas con aceites esenciales para el sueño desde 2023 hasta este 2025. El mercado español de productos de aromaterapia ha crecido a un ritmo anual del 15%, alcanzando los 120 millones de euros en ventas durante 2024, según datos de la Asociación Española de Fitoterapia y Aromaterapia.
Beneficios comprobados de la aromaterapia para el descanso
Los especialistas en medicina del sueño están incorporando cada vez más recomendaciones sobre aromaterapia en sus protocolos para pacientes con insomnio leve o moderado.
Un metaanálisis publicado en la revista "Sleep Medicine Reviews" en 2024 evaluó 27 estudios clínicos sobre aromaterapia y calidad del sueño, concluyendo que existe evidencia moderada a favor de su eficacia, especialmente con aceites de lavanda, manzanilla y bergamota. Los participantes que utilizaron estos aceites esenciales reportaron una reducción media del 37% en el tiempo necesario para conciliar el sueño y un aumento del 22% en la sensación de descanso al despertar.
Entre los métodos más efectivos para aprovechar estos beneficios se encuentran los difusores ultrasónicos, que dispersan micropartículas de aceite en el ambiente sin calentamiento, preservando todas sus propiedades. También son populares las almohadas o saquitos aromáticos rellenos de flores secas de lavanda, así como los aceites esenciales aplicados en puntos específicos del cuerpo como las muñecas o las sienes.
¿Qué dice la ciencia sobre la aromaterapia?
La neurociencia moderna está proporcionando explicaciones cada vez más precisas sobre los mecanismos que hacen efectiva la aromaterapia. El Dr. Javier Rodríguez, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Neurológicas (CIEN), señala que "los compuestos volátiles de ciertos aceites esenciales interactúan con neurotransmisores específicos, como el GABA, que regula la excitabilidad neuronal". Esta interacción explicaría por qué aromas como el de la lavanda producen efectos calmantes similares a los de algunos medicamentos ansiolíticos.
Un estudio publicado en la revista "Nature Neuroscience" en 2022 utilizó técnicas avanzadas de neuroimagen para demostrar que la exposición al aroma de lavanda reduce la actividad en la amígdala, una estructura cerebral implicada en las respuestas de ansiedad y estrés. Esta disminución de actividad se correlacionó con mejoras objetivas en la arquitectura del sueño, incluyendo aumentos en la duración de las fases de sueño profundo, fundamentales para la recuperación física.
Los investigadores del Instituto del Sueño de Barcelona han documentado cómo la exposición continua a aromas específicos durante la noche puede estabilizar los ciclos de sueño en personas con patrones irregulares. Sus hallazgos, presentados en el Congreso Europeo de Trastornos del Sueño celebrado en marzo de 2025, sugieren que la integración de protocolos de aromaterapia en tratamientos convencionales podría reducir la necesidad de medicación en aproximadamente un tercio de los pacientes con insomnio crónico.
¿Quiénes pueden beneficiarse de la aromaterapia para el sueño?
Aunque cualquier persona puede experimentar mejoras en su descanso mediante la aromaterapia, existen grupos que podrían obtener beneficios especialmente notables. Entre ellos se encuentran las personas con estrés crónico o ansiedad leve, cuyo sistema nervioso hiperactivo dificulta la transición natural hacia el sueño. También quienes padecen insomnio relacionado con la edad, especialmente adultos mayores de 50 años, suelen responder positivamente a estas terapias olfativas.
Los profesionales que trabajan en turnos rotativos o nocturnos, que frecuentemente desarrollan alteraciones del ritmo circadiano, han reportado mejoras significativas al incorporar rutinas de aromaterapia antes de acostarse, según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en 2024 con personal sanitario. El establecimiento de un ritual olfativo consistente ayuda al cerebro a reconocer las señales de preparación para el descanso, incluso cuando los horarios son irregulares.
Es importante destacar que la aromaterapia no sustituye el tratamiento médico en casos de trastornos graves del sueño como la apnea o el insomnio severo, pero puede funcionar como un complemento valioso dentro de un enfoque integral para mejorar la calidad del descanso nocturno. En un mundo donde más del 35% de la población adulta española reporta problemas de sueño, según datos del Ministerio de Sanidad publicados en febrero de 2025, alternativas naturales como la aromaterapia representan opciones cada vez más respaldadas por la evidencia científica.