El pueblo del Pirineo de Lleida que 'arde' cada agosto para recordar un crimen medieval
Revive su pasado cátaro con un mercado, cena medieval y un espectacular incendio que ilumina la noche

El espectáculo pirotécnico del Mercat Càtar de Castellbò. - A.M.I.C.
El tradicional Mercado Cátaro regresa a Castellbò este verano con una nueva edición que tendrá lugar el sábado 9 de agosto. Este pueblo del Alt Urgell, situado en el Pirineo de Lleida, volverá a sumergirse en su rico pasado medieval a través de una completa jornada que combina una feria artesanal con diversas actividades culturales y lúdicas. El evento, que se ha consolidado como una cita imprescindible en el calendario estival de la comarca, pondrá en valor el importante legado cátaro de esta histórica villa.
La jornada comenzará a las 10:00 de la mañana con la apertura de los puestos del mercado, donde los visitantes podrán encontrar productos artesanales del valle de Castellbò y de todo el Pirineo. A lo largo del día, el grupo Quart Cat amenizará las calles con pasacalles, mientras que Carol Caubet presentará su espectáculo "La croada de contes" a las 11:15 y a las 13:00 horas. Para los más pequeños, Lluís Marmi narrará su cuento "Arriben els càtars". Además, los interesados en la historia local podrán realizar visitas guiadas al castillo y a la villa a las 11:30 y a las 18:00 horas, descubriendo así los rincones más emblemáticos de este antiguo centro del vizcondado de Castellbò.

Espectáculo del Mercat Càtar.
Uno de los momentos más esperados llegará a las 19:30 horas, cuando la vizcondesa Ermesenda de Castellbò realizará el pregón que dará paso a la cena medieval, donde los participantes podrán degustar platos elaborados con alimentos y procedimientos que evocan la Edad Media.
El espectacular "incendio" que rememora la llegada de la Inquisición
El broche final de la jornada lo pondrá un impresionante espectáculo pirotécnico a cargo del Grup de Diables de l'Alt Urgell, que simulará el incendio de la villa y su castillo. Este acto busca rememorar un importante episodio histórico: la entrada de la Inquisición en Castellbò y la muerte del inquisidor Pere de la Cadireta, autor de la sentencia póstuma que condenó la memoria de los vizcondes Arnau y Ermesenda de Castellbò por su relación con la herejía cátara. El espectáculo, que combina fuego, luz y sonido, se ha convertido en uno de los momentos más fotografiados y compartidos del evento.
La organización del Mercado Cátaro corre a cargo de la Entidad Municipal Descentralizada de la Villa y Valle de Castellbò y el Consejo Comarcal del Alt Urgell, contando con la colaboración y el apoyo de los vecinos de Castellbò, del Ayuntamiento de Montferrer y Castellbò, IDAPA, el Instituto de Estudios Ilerdenses y la Diputación de Lleida. Este esfuerzo conjunto ha permitido que el evento crezca año tras año, atrayendo a visitantes tanto de la comarca como de otros puntos de Cataluña y del sur de Francia, zona históricamente vinculada al catarismo.
Castellbò: un tesoro medieval en el corazón del Pirineo
Castellbò es un pequeño núcleo de población del municipio de Montferrer y Castellbò, en la comarca del Alt Urgell, situado en el valle que lleva su mismo nombre. Actualmente es la cabeza de la entidad municipal descentralizada de la Villa y Valle de Castellbò, tras ser anexionado en 1970 al municipio de Aravell, creando el término municipal de Montferrer y Castellbò. Con una población de apenas 77 habitantes, esta localidad se encuentra encajonada a 802 metros de altitud, entre el serrat de la Borda (1.150 m) y los estribos de Roca Redona.
Este enclave fue históricamente un lugar de paso obligado en los antiguos caminos que conectaban La Seu d'Urgell con el Pallars Sobirà. La villa se asienta en un rellano del cerro donde se encuentran las ruinas del antiguo castillo de Castellbò, que fue demolido por orden de Fernando el Católico en 1513. Para llegar a esta población, es necesario tomar la carretera que enlaza la N-260 con la estación de esquí de Sant Joan de l'Erm, encontrándose Castellbò a nueve kilómetros de la N-260.
La localidad fue el centro del vizcondado de Castellbò y abarcaba, además de la villa y el valle de su nombre, las Valls d'Aguilar y de Pallerols, los lugares de Taús, los Castells, Castellàs, Biscarbó, Malvei, Guils del Cantó, Vila-rubla, Solans, Gramós, el honor de Conorbau y las salvaguardas de Adrall y de la Parroquia de Hortó. Según el Spill, documento de 1519, la villa estaba amurallada y contaba con dos torres: la del Serrat y la de Malbec. Actualmente se conserva una torre de la muralla de ángulos redondeados, desmochada, así como algunos fragmentos de los antiguos muros.
Patrimonio arquitectónico y cultural
Entre los edificios más destacados de Castellbò se encuentra la colegiata de Santa María, uno de los ejemplos más notables del románico en la zona. También son de interés la iglesia de la Verge del Remei, la Creu de Pal, los palomares históricos, los restos del castillo y el puente medieval. Este último, construido sobre el río Castellbò, afluente del Segre, es de un solo arco de piedra reforzado con cemento y está declarado bien cultural de interés local.
¿Qué fue el catarismo y por qué es importante en Castellbò?
El catarismo fue un movimiento religioso que se desarrolló entre los siglos XII y XIV principalmente en el sur de Francia y el norte de la península ibérica. Los cátaros, también conocidos como "los buenos hombres" o "los perfectos", predicaban una doctrina dualista que distinguía entre el bien (espíritu) y el mal (materia). Rechazaban muchos aspectos de la Iglesia Católica de la época, como la jerarquía eclesiástica, los sacramentos y el culto a la cruz, lo que llevó a que fueran perseguidos como herejes.
Castellbò tuvo una estrecha relación con este movimiento herético, ya que los vizcondes Arnau y Ermesenda de Castellbò fueron protectores de los cátaros. Esta vinculación fue tan fuerte que, incluso después de su muerte, fueron condenados póstumamente por la Inquisición. El inquisidor Pere de la Cadireta, que dictó la sentencia contra ellos, fue posteriormente asesinado en Castellbò, un hecho que el espectáculo pirotécnico del Mercado Cátaro rememora cada año.