Teresa Botigué Satorra, enfermera: “La mejor evidencia cambia comportamientos sin dejar a nadie atrás”
Teresa Botigué Satorra es enfermera, doctora en salud, profesora de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la UdL y cuenta con la acreditación de Catedrática por el AQU.

Teresa Botigué Satorra
Coordina el GREISI y ha liderado y participado en proyectos de EpS, cronicidad y envejecimiento, con una trayectoria centrada en la transferencia y el impacto comunitario.
Vint-i-dos
La investigación del GREISI de la Universidad de Lleida: investigación que vuelve a la gente
Redacció Vint-i-dos
¿Qué hace diferente el GREISI en el panorama de la investigación en salud?
La combinación. Trabajamos el EpS, la enfermería, la sostenibilidad y la innovación como piezas de un mismo rompecabezas. Diagnosticamos necesidades reales, codiseñamos con los agentes implicados y medimos el efecto de las intervenciones. Eso nos permite obtener resultados que se pueden transferir rápidamente a las personas y a sus entornos. Nuestro enfoque es integral y conecta la investigación con la vida cotidiana.
¿Cómo defendéis el valor de la investigación aplicada ante la idea de que “sin laboratorio no hay ciencia”?
Con método y resultados. Hacemos investigación rigurosa: utilizamos instrumentos validados, diseños metodológicos sólidos y evaluaciones comparativas antes y después de las intervenciones. Nuestro “laboratorio” es la vida real y el objetivo claro está: cambiar conocimientos, habilidades y actitudes. Cuando una intervención reduce la deshidratación en residencias o mejora el bienestar de estudiantes, eso es ciencia con impacto directo. La investigación aplicada no es menos científica; es simplemente más próxima.
Hablad a menudo de transferencia y de empoderamiento. ¿Cómo se consiguen de verdad?
Con participación significativa. En nuestras investigaciones involucramos profesionales, cuidadores, estudiantes, pacientes y comunidades en todas las fases del proceso. Codiseñar quiere decir adaptar lenguajes, horarios y formados, para que todo el mundo pueda participar. Transferir significa dejar capacidades instaladas: protocolos, materiales, formación y alianzas locales para que el proyecto continúe sin nosotros. El empoderamiento no es un resultado puntual, sino una estrategia de sostenibilidad.
¿Qué retos encontráis a la hora de hacer investigación con retorno social?
El primer reto es la sostenibilidad: muchas intervenciones funcionan, pero necesitan tiempo, recursos y alianzas para mantenerse más allá del proyecto. También nos encontramos con dificultades logísticas, como adaptar los ritmos académicos a los de las comunidades o garantizar la participación significativa de todos los agentes. Sin embargo, cada vez más instituciones y profesionales entienden que la investigación con retorno social no sólo es necesaria, sino que es clave para avanzar hacia un sistema de salud más equitativo y centrado en las personas.
¿Cuál es vuestro próximo paso como grupo?
Escalar y compartir. Nuestro próximo paso es hacer crecer las intervenciones que han demostrado ser efectivas, adaptándolas a nuevos contextos y ampliando el impacto. Actualmente, también formamos parte del Instituto de Recerca Biomédica de Lleida (IRB Lleida), hecho que nos permite establecer sinergias con otros grupos y líneas de investigación. Además, hemos ampliado el equipo con nuevas investigadoras que refuerzan las áreas estratégicas del GREISI, aportando miradas complementarias y consolidando nuestro compromiso con la investigación aplicada, interdisciplinaria y con retorno social.