AGRICULTURA
La plaga de mosca negra está controlada, pero ahora preocupa la del trip
Un insecto que daña la piel de las nectarinas

Sergi Balué coloca una trampa para combatir la mosca negra en un árbol de su finca. - ACN
La plaga de mosca negra, un insecto que pica la fruta y hace que se pudra, está esta campaña bajo control, según afirma el líder de la sectorial de fruta dulce de JARC, Sergi Balué, que destacó que la afectación está siendo “escasa” gracias a la lucha combinada entre la captura masiva a través de las trampas habilitadas en los árboles, los insecticidas que aplican los agricultores y el clima. Sin embargo, este año se están encontrando con una proliferación del trip o tisanóptero, un pequeño insecto que afecta mayoritariamente a la nectarina y que provoca la decoloración del fruto y que se está convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza. Balué asegura que “cada año hay más y su control es muy difícil”. En este sentido apunta que los pocos insecticidas autorizados para combatirlos “ya no funcionan en muchas fincas” y lamenta que el sector está “desarmado” para combatir a este insecto. Por eso, reclama la autorización de más insecticidas y productos que se aplican a otros países como Italia, Grecia o Francia. “Europa es la región más restrictiva del mundo en este sentido, pero es incoherente que un producto que se aplica en Francia no se pueda aplicar aquí”, denuncia.
Mientras que la mosca negra afecta sobre todo en la zona del Baix Segre, el trip tiene presencia en todo el llano de Lleida y tiene preferencia por la fruta sin vello, como las nectarinas. El insecto, que vive en el suelo, se alimenta de la dulzura de la fruta y provoca su decoloración. “No tiene efectos en el gusto, el aroma o la calidad de la fruta”, remarca Balué, que señala que es la afectación estética la que comporta problemas, puesto que las comercializadoras no aceptan fruta con este tipo de imperfecciones.