En Alós d’Isil comenzó todo
La localidad del Pallars Sobirà puede presumir de acoger el primer rodaje en suelo leridano || En
1948, Sáenz de Heredia rodó ‘La mies es mucha’ con Fernando Fernán Gómez y Sara Montiel
Este rincón de Alós d’Isil se transformó en la remota misión de Kattinga en el corazón de la India.
Hasta las últimas Las niñas (Pilar Palomero, 2019) ubicada en Gimenells y Alcarràs (Carla Simón, 2022), como las mediáticamente más destacadas, las comarcas de Lleida han acogido cerca de un centenar de rodajes cinematográficos de todos los géneros: bélicos, dramas, musicales, aventuras, terror, westerns...
Imagen promocional de la película.
Pero cabe recordar que el primero de todos tuvo lugar en 1948, en la pallaresa Alós d’Isil, en el corazón de la Vall d’Àneu. Se trataba de La mies es mucha, un drama religioso dirigido por José Luis Sáenz de Heredia, uno de los directores favoritos del franquismo con títulos en su filmografía como Raza o Historias de la radio.
La película, premiada por el Sindicato Nacional del Espectáculo, fue un encargo de la cúpula episcopal española al guionista Vicente Escrivá que, finalizando los 90, alcanzó gran popularidad por escribir y dirigir para televisión la serie Manos a la obra, para que plasmase en imágenes la parábola recogida en el Evangelio de San Lucas (10, 1-12) que dice aquello de “la mies es mucha, los obreros pocos”.
Cartel de la película.
El film de Sáenz de Heredia con reparto con lo mejorcito del cine español de la época, gira en torno a un joven misionero (Fernando Fernán Gómez) que es enviado a evangelizar una región de la India, topándose con la corrupción y la vejación de los poderosos a los indígenas. Málaga acogió las escenas de la metrópolis y Alós d’Isil se transformó en la marginal Kattinga, donde más falta hacía la palabra de Dios. La película, de aceptable éxito en taquilla, concluye con una memorable frase del protagonista: “La vida del misionero es dura, pero tiene la ventaja de que es corta.”
