La Generalitat ‘baja los humos’ a General d’Olis de Les Borges

Los humos y los malos olores en el entorno de la planta de General d’Olis i Derivats de Les Borges Blanques han disminuido sensiblemente desde el pasado invierno. Esto se debe a la implantación de un nuevo sistema de control que permite a la Generalitat conocer en tiempo real el volumen de actividad del complejo y, en consecuencia, sus emisiones a la atmósfera. Tanto el ayuntamiento como la plataforma que denuncia desde hace años contaminación procedente de esta empresa reconocen que la situación ha mejorado, pero estos últimos subrayan que aún no está resuelta: todavía pueden verse humaredas negras en el entorno de esta instalación, que recibe desechos de la industria oleícola.

Para poner coto a los humos de General d’Olis, la Generalitat ha instalado controles de temperatura en la maquinaria, tras haber comprobado una relación directamente proporcional entre el calor que desprenden y los humos que genera el complejo. Se trata de una solución novedosa que se implantó tras constatar que las mediciones en continuo en la chimenea no eran fiables: la humedad daba como resultado medidas erróneas.

Controles de temperatura en la maquinaria al constatar la relación entre el calor y los humos

Así lo explicaron fuentes del departamento de Territorio y Sostenibilidad, que indicaron que reciben un aviso cuando el termómetro supera el máximo establecido. Cuando esto sucede, contactan con la empresa y les instan a funcionar de acuerdo con sus límites de emisiones. Las mismas fuentes apuntaron que, si bien este procedimiento ha dado frutos en sus primeros meses de aplicación, pueden darse episodios en que se superan estos límites, y citaron como ejemplo averías en las instalaciones. En este sentido, miembros de la plataforma reconocieren que los malos olores han ido a menos, pero apuntaron que el complejo todavía emite humaredas, especialmente en las horas con menos luz. En este sentido, aportaron fotografías de tres días del mes de marzo que muestran polución en el entorno de la empresa, y apuntaron que esta situación se ha repetido desde entonces. La implantación de los nuevos sistemas de control en tiempo real es posterior al estudio que encargó el ayuntamiento de Les Borges sobre la calidad del aire, que la UPC entregó al consistorio el pasado verano.