SEGRE

FAUNA GRANDES DEPREDADORES

Los osos salen del confinamiento

Avistamientos, huellas y otros indicios tras la hibernación en Aran, el Pallars Sobirà, la Ribagorça y el Pirineo francés || A la espera de conocer cuántas crías se suman a los 50 ejemplares actuales

Fotografía nocturna del oso Cachou, captada por una cámara automática el pasado mes de octubre.

Fotografía nocturna del oso Cachou, captada por una cámara automática el pasado mes de octubre.CGA

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Los osos salen del confinamiento de sus oseras después del periodo de hibernación. Algunos ejemplares han sido avistados en las últimas semanas en la Val d’Aran, la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà y en el Pirineo central francés, donde se ha verificado la primera predación a ganado de este año en la cordillera. Así consta en recuentos oficiales que han publicado el Conselh Generau d’Aran y el ministerio de ecología galo. La población de esta especie se estima por ahora en medio centenar de ejemplares, a la espera de saber cuántos nuevos oseznos han nacido este año. Las crías y sus madres suelen avistarse durante los meses de verano.

En el caso de Aran, unos pocos indicios de movimientos de osos se constataron ya durante el invierno. Así, durante el mes de enero se avistó un oso en Naut Aran y se detectaron huellas en Vielha e Mijaran, en ambos casos de ejemplares sin identificar. A principios de marzo, la señal del collar GPS que el oso Cachou lleva consigo reveló que se había desplazado al municipio de Vielha e Mijaran, después de haber permanecido durante meses en una misma zona del término municipal de Arres. Por ahora no se han conocido movimientos del macho Goiat, también con un dispositivo de localización GPS.

En cuanto a los indicios en la Alta Ribagorça, se trata del hallazgo de huellas en la Vall de Boí en dos ocasiones: la primera, a finales de febrero en terrenos del Parc Nacional d’Aigüestortes; la segunda, el pasado día once en zon de Caldes, en una cota de la montaña superior a la del balneario. Tres días después, el pasado día 14 de marzo, se detectaron también huellas de oso en la comarca del Pallars Sobirà. Fue la zona de Bonabé, en el término de Alt Àneu y cerca de la frontera francesa. Por ahora, el único ataque verificado de osos a ganado ha tenido lugar en la vertiente francesa del Pirineo, en el municipio galo de Orlu, el pasado 10 de marzo.

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