Familiares de fallecidos por covid plantean acusar a la residència de Tremp

Familiares de usuarios fallecidos de la residencia Fiella de Tremp por el brote de Covid-19 que hubo a finales de 2020 y que acabó con la vida de 64 personas en un mes se personarán como acusación particular en la causa contra la exdirectora del geriátrico, Remei Navarri, y la exresponsable de Higiene Sanitaria, M.R.N.O, imputadas por homicidio imprudente, trato vejatorio a los usuarios y por las condiciones de trabajo de los empleados. Un grupo de familiares ha mantenido varias reuniones para personarse de manera conjunta como acusación y ya han contactado con abogados. “Hubo una conducta muy negligente por parte de los responsables del centro y no nos informaron de nada”, afirmó ayer a este periódico Evaristo Saura, de El Pont de Suert, familiar de una víctima

La exdirectora y la exresponsable de Higiene están acusadas por homicidio imprudente

El juzgado de Instrucción 1 de Tremp empezará a interrogar a partir del 31 de marzo y durante el mes de abril a unos 60 testigos que ha citado por la investigación tras la denuncia de la Fiscalía.

Los primeros en declarar serán los mossos d’esquadra que han llevado la investigación y también está citada como testigo Divina Farreny, exgerente de Salud en Lleida y el Alt Pirineu. La residencia fue intervenida por el Govern en noviembre de 2020. Actualmente la gestión está en manos de Sant Joan de Déu.

Inspección de Trabajo multó a la Fundació Fiella con 30.000 euros por irregularidades laborales. Durante el próximo mes de abril, en 5 sesiones diferentes, está previsto que declaren los 49 trabajadores del centro. Las dos directivas imputadas serán citadas posteriormente y aún no hay fecha para su interrogatorio.

También se ha pedido al Institut de Medicina Legal i Forense que aporte los informes hechos hasta ahora y que “realice un informe de los residentes fallecidos a fin de obtener información respecto a la positivización del Covid-19”.

La Fiscalía dice que los internos pasaron hambre, sed y frío

La Fiscalía, en su denuncia, describe una residencia de los horrores en la que los internos pasaban hambre, sed y frío durante el brote que causó la muerte del 43% de los usuarios. Afirma que, por ejemplo, decían que medicaba y tomaba la tensión a ancianos que llevaban días muertos. Tampoco habrían comunicado las muertes a varias familias, que tuvieron conocimiento de ellas a través de vecinos. En otros casos, las familias, al no saber nada, acudieron al geriátrico y no supieron decirles dónde estaban. Los buscaron ellos y los encontraron muertos. Por su parte, el patronato de la Fundació Sant Hospital de Tremp-Fundació Fiella defiende a las dos imputadas y dice que, ocho días después del primer contagio, ambas estaban de baja por covid y fueron apartadas del control.