El Pirineo de Lleida alberga una población de casi 60 grandes depredadores que va al alza
La detección de un lince hace tres meses se suma a los 47 osos y los entre ocho y diez lobos que campan
por los montes de la demarcación || En cuatro años solo se han confirmado 4 ataques de lobo a ganado

Imagen de archivo de uno de los primeros ejemplares de lobo que fueron detectados en Lleida.
El Pirineo de Lleida, la única zona de Catalunya y la segunda de todo el Estado tras El Cerrato de Palencia en la que conviven los tres grandes carnívoros autóctonos de Europa, tiene asentada de manera estable en su territorio una población de casi seis decenas de estos grandes depredadores, según indican los datos facilitados por el departamento de Territorio de la Generalitat.
La última de esas especies en llegar ha sido el lince, del que a mediados de marzo fue detectado un ejemplar procedente de Andalucía en una zona boscosa situada junto a la confluencia de los ríos Segre y Noguera Pallaresa, al sur de la sierra de Boumort.
Según los datos facilitados por Territorio, en el Pirineo de Lleida habita de manera estable una población de 47 osos, que supone casi la mitad de los 96 que ahora mismo hay censados en ambos lados de la cordillera.
“El oso habita principalmente en la Val d’Aran y en el Pallars Sobirà, pero también se detecta desde hace unos años en la Alta Ribagorça y, más puntualmente, en el Pallars Jussà y en el Alt Urgell”, señala un documento de la Generalitat sobre la expansión de este animal, que comenzó a ser reintroducido de manera artificial en el Pirineo en 1996 con la suelta de ejemplares procedentes de Eslovenia.
De los dos ejemplares inicialmente soltados en Catalunya, a los que se añadirían otros a ambos lados de la cordillera, se pasaba a doce en una década para dar el salto a la veintena en 2014 y, desde entonces, iniciar una progresión que tiene sus hitos en 2015-2016 con nueve animales más y en 2022-2024, cuando se pasa de 38 a 47. Con el ritmo de crecimiento actual, que supera el 10% en el conjunto de la cordillera, “se puede prever que hacia 2035 se llegará a unos 200 ejemplares en todo el Pirineo, que es la población que se estima que había a comienzos del siglo XX”, anota la misma fuente.
El lobo tiene en Catalunya la catalogación de “extinta como reproductora”, es decir, que no hay constancia de la existencia de parejas que críen en el territorio aunque sí han sido detectados en los últimos años ejemplares adultos, normalmente machos, en todas las comarcas del Pirineo.
“Actualmente hay entre ocho y diez ejemplares detectados, de los que seis han sido identificados genéticamente”, señalan fuentes de Territorio. Esa identificación resulta clave para poder clarificar en las necropsias, por el cotejo de los restos de ADN, la autoría de los ataques al ganado.
Al margen de la intensidad de los debates al socaire de su regreso, en Lleida solo se han detectado cuatro ataques de lobos en cuatro años: uno con una oveja herida en la Torre de Capdella y otro con dos cabras muertas en Fígols i Alinyà en 2022; otro con una cabra y 8 ovejas muertas y cuatro heridas en 2024 en Conca de Dalt y otro con cuatro ovejas fallecidas este año en Castell de Mur.