AGUAS
El calor dispara la demanda de agua de riego con los pantanos aún al 90%
La aportación del Ribagorçana es un 20% más que en el último lustro pero la mitad que hace 30 años. En el Segre, las reservas de Oliana y Rialb rozan el 95%

El pantano de Rialb almacenaba ayer 389 hectómetros cúbicos de agua, más del 96% de su capacidad. - C.SANS
El intenso calor de las últimas cuatro semanas ha disparado la demanda de agua para el regadío, “todas las fincas se han puesto a regar de golpe, necesitan más agua y la tierra se seca antes, con lo que el agua avanza lentamente”, señala Marc Miró, jefe de explotación del canal de Pinyana. En este caso, los pantanos del Noguera Ribagorçana (que suministra a Pinyana, la mitad sur del Aragón y Catalunya y el Algerri-Balaguer) están al 85,32% de su capacidad, con 930 hectómetros cúbicos de agua a finales de un mes de junio (cuando más elevado es el consumo de agua). Esta cifra supone un 22% más de reservas que en el último lustro, marcado por la fuerte sequía. El buen nivel de los pantanos se debe a una primavera excepcionalmente lluviosa y al deshielo gradual, que ha permitido aprovechar las reservas de nieve en el Pirineo hasta hace apenas dos semanas. Sin embargo, las aportaciones de agua del Ribagorçana van camino de situarse en solo la mitad de las históricas, lo que marca una peligrosa tendencia a la baja en buena parte vinculada al cambio climático.
Los datos del canal de Pinyana sitúan la previsión de aportación del río en unos 130 hectómetros cúbicos de agua frente a los 260 de hace treinta años, señala Miró, con una clara línea descendente que confirma “el cambio climático km 0 de la cuenca del Ribagorçana”, señala Miró.
En el río Segre, las reservas son aún mayores y alcanzan el 94,5% de la capacidad total mientras que en el Pallaresa son del 91,6%, de modo que en el conjunto de los pantanos de Lleida se sitúan en el 88,9%. Las aportaciones del Segre en lo que va de año hidrológico (1 de octubre) suman 745 hectómetros cúbicos, un 50% más que en el último lustro, pero son inferiores a la media histórica desde 1956, cuando comenzó el registro de datos en la sede de la comunidad de regantes del Canal d’Urgell, hasta junio (751 hectómetros).
Xavier Díaz, director del canal, señaló que el objetivo a la hora de planificar la campaña “siempre es tener los embalses al máximo posible a finales de junio”, si bien no siempre se consigue. Añadió que en 2020 las cifras fueron similiares a las de ahora. La demanda de riego en esta zona es elevada y ahora se centra en los frutales, ya que “se ha plantado mucho cereal de invierno pero no hay segundas cosechas”. En octubre, noviembre, marzo y abril las aportaciones de agua del Segre fueron superiores a la media y en conjunto se sitúan, a tres meses de acabar el año hidrológico, por encima de la media de 10 y 25 años.
n La Confederación Hidrográfica del Ebro ha recibido finalmente 85 alegaciones a los documentos iniciales del Plan Hidrológico, la mayoría, contrarias a los recortes de las dotaciones de agua para las comunidades de regantes. Varias comunidades consultadas ayer concretaron que han tramitado alegaciones de forma conjunta con la federación de regantes de la cuenca (Ferebro) y otras tantas particulares. El Canal d’Urgell, por ejemplo, reclamó incorporar la armonización del Segre y el Noguera Pallaresa.