SEGRE

L’Albagés ya tiene los ‘papeles’

La Comisión de Protección Civil da el visto bueno al plan de autoprotección de la presa. La aprobación abre la puerta a iniciar la prueba de carga cuando ya no hay agua sobrante en Rialb

Protección Civil  y Agricultura presentaron el plan de seguridad a las autoridades locales en junio. - E.B.D.

Protección Civil y Agricultura presentaron el plan de seguridad a las autoridades locales en junio. - E.B.D.

Lleida

Creado:

Actualizado:

El embalse de L’Albagés ya tiene los papeles de seguridad: la Comisión de Protección Civil de la Generalitat ha homologado el Plan de Autoprotección, lo que allana definitivamente el camino para iniciar las pruebas de carga del pantano, ubicado sobre el cauce del río Set aunque integrado como balsa de cola en el sistema del Canal Segarra-Garrigues, cuando haya caudales disponibles en Rialb.

Fuentes de Protección Civil confirmaron la aprobación del trámite, uno de los dos pendientes para iniciar las maniobras de llenado junto con la firma de un acta por parte de un comité, que cierra la fase administrativa de la puesta en marcha de una infraestructura cuyas obras concluyeron hace ya ocho años, a mediados de 2017.

Esa fecha ha resultado clave para el galimatías administrativo que ha mantenido el pantano en barbecho durante casi una década: se trata de la primera infraestructura de este tipo (y magnitud) finalizada tras la entrada en vigor, en marzo de 2015, de la normativa que les obliga a disponer de planes de autoprotección.

Una vez superados los requerimientos de carácter administrativo, que concluirán formalmente con la incorporación del documento de autoprotección al plan de seguridad de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), la principal necesidad para que la presa, más de regulación que de almacenamiento, pueda comenzar a ser explotada es la de agua. Aunque para disponer de ella, más allá de la garantía de mantener el próximo otoño los seis hm3 que almacenaba en primavera acordada en la Comisión de Desembalse de la CHE, habrá que esperar unos meses.

Rialb bajó ayer de la cota de los 380 hm3 de reservas y, aunque le quedan 66 para que la lámina de agua caiga a los 311,7 metros de altitud a partir de los cuales es necesario activar las bombas para abastacer al Segarra-Garrigues, estas están menguando a una velocidad de casi dos diarios ante la elevada, y creciente, demanda de agua por el intenso calor. Ese ritmo hace que haya que esperar al próximo otoño para iniciar las pruebas de carga.

Estas, a su vez, pueden prolongarse por espacio de hasta tres años según algunas previsiones o, tal vez, concretarse en unos meses si se repitiera una etapa de tanta humedad como la de la pasada primavera.

El proceso, una vez descartado oficialmente dar por superado el escalón de 20 hm3 al que llegó el agua en enero de 2020 con la tormenta Gloria, consiste en llenar de nuevo el pantano hasta ese nivel, vaciarlo casi hasta el pie, subirlo hasta los 40 hm3 para bajar a la cota anterior y repetir ese acordeón con 60 hm3 y con 80 antes de llenarlo por primera vez de manera definitiva.

La operación requiere 160 hm3, y hacer circular 80 por un río por el que en condiciones normales pasa uno al año.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking