El ciclo La Pedra Parla, consolidado tras 10 años
Éxito del reestreno de la ‘Salve’ de Miquel López con 10 voces y trompeta. Más de 500 personas asisten a los tres conciertos

El concierto del Cor Cererols y el trompetista Sergi Marquillas. - LAIA PEDRÓS
Más de 500 personas llenaron los tres conciertos del décimo ciclo La Pedra Parla, que se celebró el sábado y el domingo en el monasterio de Vallbona de les Monges. Desde la organización destacaron la fidelidad de los espectadores, muchos de los cuales adquirieron el bono para los tres recitales. La Pedra Parla acabó ayer a mediodía con el reestreno de la Salve de Miquel López (1669-1727) por parte del Cor Cererols, una composición para diez voces y una trompeta barroca que no se había interpretado desde el siglo XVIII. Este instrumento sonó por primera vez entre las paredes de la iglesia del monasterio. El programa, dirigido por Marc Díaz y con el trompetista Sergi Marquillas, se completó con obras policorales de Cererols, Valls y Scarlatti.
El director artístico, Jordi Domènech, destacó la propuesta innovadora de este año: “Hemos escuchado fados en el claustro, un oratorio barroco desconocido en la iglesia y una obra que hacía 350 años que no se interpretaba”. Según Domènech, ésta es la línea que la organización pretende seguir explorando, “y también empezar a pensar en posibles ampliaciones o nuevas actividades que enriquezcan la experiencia”. El ciclo empezó el sábado por la tarde en el claustro con un concierto con voz, guitarra y clarinete protagonizado por Helena Ressurreiçao, Bernardo Rambeaud y Anna Lledó de canción francesa, inglesa y portuguesa con una selección final de fados, mientras que por la noche la iglesia acogió el estreno en España del oratorio La conversió de Maria Magdalena (1701) de Giovanni Bononcini, interpretado por el conjunto barroco Polifemo Consort y voces bajo la dirección del propio Jordi Domènech.