Acusado de intentar violar a una vecina en Agramunt: la Fiscalía pide 3,5 años de prisión y 7 de libertad vigilada
La mujer ha declarado que el hombre, que ha negado los hechos, la drogó

El juicio se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Lleida.
La Audiencia de Lleida ha juzgado este jueves a un hombre acusado de intentar violar a la vecina en noviembre de 2020 en Agramunt, en el Urgell. Durante el juicio, la víctima ha declarado que fue a casa del procesado y este la invitó a cenar y a dormir y, aunque ella le había dicho que sólo serían amigos, él intentó agredirla sexualmente.
La mujer ha relatado que hacía dos meses que vivía de alquiler en un edificio de Agramunt. Según ha detallado, la propietaria había dividido un dúplex en dos viviendas independientes, de manera que el procesado vivía en el ático y ella residía en el piso inferior. "Teníamos los contadores partidos, él tenía un contador de luz dentro de su piso y había que restar los consumos del contador principal, que estaba en mi casa. Yo subí a su casa exclusivamente a hacer una foto de su contador, ya que él no me lo enviaba", ha justificado.
La víctima ha explicado que entró en el piso y que el hombre estaba fumando marihuana, hizo la foto del contador y le dijo que se quería ir. "Insistió para que me quedara a cenar y a dormir. Le dije que no y me dijo que al menos me fumara un cigarrillo con él. Me sirvió un vaso pequeño de cerveza que no vi de donde sacaba y estuvimos hablando de si se podía empadronar en el piso, ya que el alquiler legal era el mío, para que no le retiraran la custodia de la hija", ha añadido.
La mujer asegura que perdió la conciencia
En un momento dado, la mujer ha relatado que se empezó a marear y se dio cuenta de que no era capaz de levantarse y el cuerpo no le respondía. Acto seguido, ha afirmado que el hombre le ofreció un trozo de pizza y la echó hacia atrás en el sofá cama, se le puso encima, empezó a besarle la boca, la cogió fuerte de las muñecas e intentaba abrirle las piernas. Le repetí muchas veces que parara, pero estaba fuera de sí. Empezamos a forcejear, me golpeó e intentaba bajarme los pantalones. También me besaba y me apretaba los pechos", ha detallado. "Le había dicho que era lesbiana, que tenía pareja y era fiel", ha añadido.
La mujer ha asegurado que acabó perdiendo el conocimiento y que no recuerda cómo pudo salir del piso. La mujer ha señalado que se despertó en medio del rellano, vestida, y que no empezó a tener flashes de los hechos hasta al cabo de unos días, cuando estaba en el trabajo. En primer lugar, la mujer acudió a la CAP de Agramunt y, posteriormente, la derivaron al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. "Supuestamente me drogó. Allí me dijeron que por eso tenía amnesia", ha afirmado.
Los análisis de ADN no encontraron restos de semen del hombre, pero la mujer tenía varios hematomas y marcas en los brazos, en las muñecas y en los muslos de la mujer compatibles con una situación de abuso sexual, según los forenses que la exploraron. Las analíticas descartaron la sumisión química y tampoco encontraron restos de drogas en el cuerpo de la víctima, aunque uno de los peritos ha declarado que en algunos casos los restos desaparecen al cabo de seis horas. La mujer pasó más de un año de baja y todavía recibe tratamiento psicológico.
Por su parte, el acusado ha reconocido que creía que la mujer tenía interés en él y ha admitido que el día de los hechos le propuso que se quedara a dormir. "Se quedó a cenar, nos sentamos en el sofá y nos dimos besos mutuamente hasta que ella dijo que se sentía sucia porque tenía pareja y allí se acabó todo. No le sujeté las muñecas y no hubo ningún forcejeo", ha declarado. El hombre ha reconocido que al día siguiente envió un mensaje a la mujer a posteriori donde se excusaba por su actitud, pero no ha sabido aclarar al tribunal a que quería referirse.
Fiscalia mantiene la petición de prisión
En el turno de conclusiones, la Fiscalía ha defendido que el hombre intentó violar a la mujer, por lo cual ha mantenido la petición de 3,5 años de prisión y 7 años de libertad vigilada. También ha solicitado que no pueda aproximarse a menos de 200 metros de la mujer ni comunicarse con ella durante 7 años, y que la indemnice con casi 6.650 euros por las secuelas. La fiscal también ha solicitado una pena de 900 euros de multa y el pago de una indemnización de 313 euros por un delito de lesiones. La acusación particular ha pedido que, subsidiariamente, se condene al hombre por un supuesto delito de agresión sexual.
Por su parte, la defensa ha pedido la absolución del hombre. Durante la vista el letrado defensor ha expuesto que la mujer podía haberse mareado por el ambiente cargado de marihuana que había en el piso o por el efecto de combinar el alcohol de la cerveza con la medicación que ella tomaba. Según uno de los peritos que ha comparecido en el juicio, eso habría podido producirle somnolencia, pero no desorientación o pérdida de conciencia. El juicio ha quedado visto para sentencia.