El ministro obliga a la Generalitat a retirar un recurso por el arte de Sigena

El conflicto por el arte de Sigena vivió ayer otra jornada rocambolesca. Si a primera hora de la mañana se daba a conocer que el abogado de la Generalitat había presentado el jueves otro recurso contra el traslado de las 44 obras del Museu de Lleida al monasterio de Sigena, y se sobreentendía que con el beneplácito del ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, en su calidad de titular de la conselleria de Cultura por la aplicación del artículo 155, horas después era el mismo ministro quien enterraba esta nueva acción legal. Así Méndez de Vigo anunciaba que pedirá la retirada de este recurso, el segundo tras el del día 7, puesto que se había presentado sin su “conocimiento” ni “consentimiento”, y por “una posible utilización de la fuerza”, según la providencia del juez. “El traslado se ha hecho, los bienes están donde tienen que estar y la ejecución se ha realizado como dije en un primer momento que se realizaría”, sentenció. Sin embargo, señaló que la sentencia judicial es “firme pero no definitiva” y, por tanto, “cabe un recurso de casación ante el Tribunal Supremo” que, si se produce, él autorizará. Asimismo, no quiso culpar a la Generalitat de actuar a sus espaldas y excusó a los funcionarios que, según sus palabras, “muchas veces recurren casi todas las providencias que reciben. No hace falta darle más importancia”.

Paralelamente, decenas deprofesionales de la práctica totalidad de museos catalanes suscribieron un manifiesto en el que expresan su desacuerdo “profundo” con las formas y las medidas adoptadas para el “traslado provisional” de las obras del Museu de Lleida. Consideran “totalmente desproporcionado” el despliegue policial y el horario elegido, a la vez que recuerdan que el equipo del Museu “no ofreció resistencia”. También critican la ejecución provisional sin tener en cuenta los diferentes informes de conservación que aconsejaban no mover las piezas de arte para evitar que sufrieran desperfectos.