CULTURA
El Dansàneu más descentralizado
Les Valls d’Àneu cierran una edición con 35 propuestas en 27 espacios. Ha reafirmado el vínculo con el territorio y ha mantenido la diversidad estilística y el liderazgo femenino

La plaza Major de Isavarre acogió ayer el espectáculo ‘Mil Primaveres’. - RUT SOLÉ
El Dansàneu, Festival de Cultures del Pirineu, cerró ayer la edición número 34 consolidando el modelo descentralizado del certamen y afianzando el vínculo con el territorio. Además, consiguió que se agotaran más del 70% de la actividades de pago y tuvo una asistencia de casi el 50% en las propuestas gratuitas. El festival, que empezó el 25 de julio, ofreció 35 propuestas artísticas en 27 espacios repartidos por Les Valls d’Àneu. La directora del Dansàneu, Rut Martínez, aseguró que se trata de la “edición más descentralizada” de la historia de este festival leridano.
La programación ha mantenido el compromiso con la diversidad estilística, el liderazgo femenino y el patrimonio, y ha contado con la complicidad activa de la comunidad local, que ha respondido masivamente a las propuestas. “Hemos podido hacer llegar la cultura a cada rincón, a cada borda, a cada prado, gracias a una ciudadanía que ha salido como nunca a participar”, añadió Martínez. Ayer al mediodía tuvo lugar en Isavarre el espectáculo Mil Primaveres, con el Esbart Manresà, Sergi Estebanell y Arantza Labuena. Por la tarde, en Collet de Cerbi, actuó el dueto Magari —Liv Hallum (acordeón diatónico) e Ivan Garriga (violín)- y la bailarina Montse Àlvarez Capellà. Por la noche, estaba prevista la clausura con un espectáculo a cargo de la bailarina y coreógrafa Lali Ayguadé y la cantante mallorquina Joana Gomila.
La presentación de elementos patrimoniales restaurados como los del baldaquín de Sant Pere de Sorpe y el relieve de Sant Martí de Borén, el concierto homenaje a Artur Blasco y el estreno de la producción propia Corint i Herba de prat, liderada por la cantante y trompetista Andrea Motis y el pianista y compositor Joan Díaz, con textos de Manuel Forcano, Maria-Mercè Marçal, Marc Granell y Ponç Pons, fueron otras de las propuestas que se vieron en esta edición.
“Es una residencia para los artistas”
“Se ha convertido en un espacio de creación y residencia para los artistas, pero también un lugar de muestra, de testeo con el público”, valoró ayer Rut Martínez, la directora del festival. También añadió que “es una ventana abierta a nuevos lenguajes y un motor para incentivar proyectos que pueden continuar más allá del festival”.