La Generalitat acelera para obtener los JJOO de invierno en 2026

La vieja aspiración olímpica del Pirineo de Lleida tiene cada vez más visos de poder hacerse realidad. El proyecto Pirineus-Barcelona está acelerando los pasos. La mesa de trabajo permanente de los Juegos de Invierno de 2030, liderada por la Generalitat y formada por unos 50 representantes de instituciones públicas y privadas, con amplia representación leridana, vivió ayer otra reunión clave en la que se aprobó la constitución de una comisión delegada que orientará y guiará el trabajo de la futura oficina técnica con vistas a estar preparados para poder optar también a los Juegos de 2026.

Esta oficina técnica, similar a la que se creó hace unos años cuando lideraba el proyecto Barcelona –aunque esta vez cobra mayor protagonismo el territorio–, estará liderada por Ferrocarrils de la Generalitat. Esta empresa pública, que gestiona algunas estaciones de esquí, será la encargada de elaborar un estudio de viabilidad que entregará al Comité Olímpico Internacional en el primer trimestre de 2019, probablemente a finales de enero. En la reunión de ayer en el Inefc de Barcelona también se habló de la visita que hizo en septiembre el representante del COI, el suizo Gilbert Felli, a las sedes e infraestructuras del Pirineo, concretamente en Aran, Alt Urgell y la Cerdanya. Por la mañana, el secretario general del deporte, Gerard Figueras, declaró a SER Catalunya que “después de presentar el proyecto en Buenos Aires nos entregaron un informe positivo y nos dijeron que nos activásemos, que pusiéramos en marcha la oficina olímpica. Jugaremos tan rápido como podamos porque de los que han entrado en la carrera del 2026 no llegan buenas noticias (Italia, Suecia y Canadá) y, por tanto, vamos al 2030 pero estaremos a punto para el 2026 y el COI decidirá”.

La candidatura se oficializará en la segunda mitad del próximo año La Generalitat tiene previsto oficializar la candidatura Pirineus-Barcelona –ahora todavía es solo un proyecto– durante el próximo año, posiblemente en la segunda mitad de 2019. Una vez el estudio de viabilidad esté en manos del COI habrá que conseguir que el organismo olímpico dé su visto bueno y a partir de ahí se debería formalizar la candidatura para los Juegos de Invierno de 2030. La candidatura catalana goza del favor del COI por varios motivos. Con dos catalanes ocupando altos cargos en el organismo olímpico como son el vicepresidente primero Juan Antonio Samaranch Jr y el director general adjunto Pere Miró, las opciones son reales. Además, el grato recuerdo que dejaron los Juegos de Barcelona 1992 y el hecho de que los requisitos económicos se hayan reducido mucho también juegan a favor de Pirineus-Barcelona. El COI cifra el gasto del evento en unos 1.300 millones de euros, de los cuales entre 800 y 900 millones correrían a cargo del organismo olímpico y el resto se sufragaría por patrocinios, merchandising y taquillaje, además de poner dinero las instituciones en los próximos 8 o 12 años.