DEPORTES
El Lleida reclama en su recurso acabar la Liga
Albert Esteve, presidente del Lleida Esportiu, en una comparecencia ante la prensa.
El Lleida Esportiu presentó ayer ante el Comité de Apelación un recurso contra la resolución de la Juez Única de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF), que el pasado lunes dio oficialmente por finalizada la competición en Segunda B, sin descensos y con la disputa de un play off exprés entre los cuatro primeros de cada grupo, validando la clasificación en el momento de la suspensión de la competición. Esta decisión dejaba al Lleida quinto y, por tanto, fuera del play off. En su recurso el Lleida pide la revocación de los acuerdos anunciados el pasado lunes, declararlos nulos de pleno derecho y dejarlos sin efecto, y que se acuerde la disputa de las 10 últimas jornadas pendientes de la fase regular y, posteriormente, la fase de ascenso.
En su recurso, un documento de siete folios en los que el Lleida detalla todo el proceso y toda la documentación que ha remitido en las últimas semanas tanto a la RFEF como al CSD, el club destaca los “antecedentes fácticos y tendencia de la RFEF que pretente ningunar tanto al Lleida Esportiu Terraferma Club de Fútbol, como a los jugadores deportistas profesionales y federados” que pertencen a la entidad.
Insiste en que las autoridades permiten volver a competir y que hay trato diferente con Primera
El club dice entender la suspensión de la competición pero recuerda que “paulatinamente y con el dictado de diferentes Decretos y otras órdenes ministeriales, así como tras el análisis de la Pandemia del Covid-19 se fue contemplando un escenario que pensaba que sería posible acabar las competiciones deportivas”, añadiendo que “en este sentido los 42 clubes que participan en LNFP concluirán sus respectivas temporadas” y que “de forma sorprendente, la misma RFEF que emite las fichas federativas para los deportistas profesionales tanto para LNFP como para la Segunda División “B” ha entrado en una espiral de resoluciones con la tendencia clara de discriminar a 64 de los 80 clubes de Segunda División “B”, ninguneando el derecho al trabajo de los futbolistas profesionales de los citados 64 equipos y clubes que no podrán seguir compitiendo ni trabajando”. Denuncia que “no procedía dar un tratamiento diferente a la competición de Segunda B del que se ha dado a la de Primera y Segunda división A”
