El complot que acabó con el Lleida en Segunda

En 1995 se destapó un escándalo que, en otras circunstancias, hubiese hecho tambalear las estructuras del fútbol español. El ex-preparador físico del Atlético de Madrid, el colombiano Diego Barragán, denunciaba en el diario Marca que en la temporada 1993-1994 se llegó a un acuerdo entre la Federación Española de Fútbol y el colegio nacional de Árbitros (del que no eran ajenos Jesús Gil, por entonces presidente del Atlètic de Madrid ni el radiofonista deportivo José María Garcia, entonces en Antena 3 Radio) para que el club colchonero, en plena crisis deportiva, no descendiese a la Segunda División después de más de 70 años en la máxima categoria del fútbol estatal.

Barragán, explicó Angel Maria Villar, entonces presidente de la FEF, consiguió que fuese designado el asturiano Manuel Díaz Vega (Salas, 1954) para dirigir dos partidos que eran claves para la supervivencia rojiblanca. El primero de ellos el 7 de marzo de 1994 en El Sadar de Pamplona ante Osasuna; y el del 8 de mayo del mismo año, en el Camp d'Esports, ante la UE Lleida. En los dos venció el At. Madrid por idéntico resultado (0-1) y las crónicas de la época coincidía en destacar el polémico y anticasero arbitraje de Díaz Vega que con sus decisiones impidió la victoria tanto de navarros como leridanos.

Al día siguiente de la denuncia presentada por el rotativo madrileño, tanto El Mundo como El País se sumaron a la investigación con nuevas pruebas y afirmando que el complot, que acabó con Osasuna y Lleida en Segunda mientras los rojiblancos amarraban la permanencia, era cierto. Es más, "El larguero" de la Cadena SER destapó que en marzo de 1994, una de las compañías inmobilarias de Jesús Gil vendió un piso a Villar con un precio escriturado muy por debajo de su precio real. Por su parte, Díaz Vega, tras su retirada poco después, fue Director Técnico del Comité de Árbitros durante 17 años ininterrumpidos. Ante las denuncias presentadas, los estamentos del fútbol español crearon una Comisión de Investigación que quedó en nada. Eso si, el Atlético de Madrid, después de tanto jugar con fuego, acabó en Segunda al final de la campaña 1999-2000.