Antonio Gausí, padre de la cantera del Lleida
Con él al frente del Lleida debutaron en el equipo jugadores como Rubio, Palau o Elcacho || Fue el primer exjugador en llegar a ser presidente del club

Roberto Álvarez fue su entrenador fetiche. Gausí, con su junta en la asamblea de socios previa a la temporada 1983-84. Más canteranos que nunca La temporada 83-84, con Roberto Álvarez como entrenador, fue pródiga en canteranos en el equipo: Pelegrí, Rubio, Farrero, Hernández, Cris, Puig Solsona, Palau, Elcacho, Teixidó, Carmona, Canadell, Morales y Espasa. Acabaron octavos en el Grup Nord de la Segunda División B, a tan solo nueve puntos del campeón Sabadell.
Existe una máxima en el fútbol, jamás escrita pero totalmente cierta, que indica que los clubes solo se fijan en la cantera cuando su caja está vacía. El ejemplo más reciente lo tienen en el Barça. Ahogado económicamente, ha sabido sacar partido, con buen fútbol y títulos, de una generación surgida de La Masia encabezada por Lamine Yamal, Pedri, Gabi, Fermín, Casadó, Cubarsí, Balde... que garantizan años de bonanza deportiva en la entidad.
Aunque el Lleida siempre ha tenido leridanos en sus filas, el máximo exponente del amor a la cantera, por necesidad, sí, pero por amor también, lo encontramos en el presidente Antoni Gausí Subias (1927-2021), el primer exfutbolista de la entidad en alcanzar la presidencia y también el primero en contar con una mujer, Carmen Zapater, en su junta directiva. Gausí, con la entidad en números rojos, buscó cesiones para confeccionar la plantilla, y sobre todo canteranos, con la ayuda de un entrenador, Roberto Álvarez, que supo sacarles el máximo partido en Segunda B.
A lo largo de sus tres temporadas en el banquillo del Camp d’Esports hizo debutar a jugadores que acabarían formando parte de la historia del club como Rubio, Palau y Elcacho, pero también a otros como Alió, Cris, Hernández, Gomá, Alegre, Carmona, Humberto, Canadell, Pelegrí, Garcia, Puig Solsona (este ya vino de Primera división), Morales o Torrentallé. Deportivamente hubo pocas alegrías pero se ganó al Barcelona de Terry Venables, 3-1, en la ida de una eliminatoria copera (en la vuelta se perdió 6-0).
Gausí, que acabaría saneando el club, también consiguió publicidad en las camisetas y firmar un convenio de colaboración con la Paeria, entonces presidida por Antoni Siurana (Antoni Ballesté, su gerente, tuvo bastante que ver); incorporó a su junta a Mario Durán, que acabaría liderando la etapa dorada de la UE Lleida, y adoptó las secciones de baloncesto y voleibol de la AD Antorcha.