BANCA TRIBUNALES
La Justicia investigará a Ron y Saracho por la quiebra del Popular
Por falsedad societaria, administración desleal y apropiación indebida en la quiebra
La Audiencia Nacional admitió ayer a trámite tres querellas contra los expresidentes del Banco Popular Ángel Ron y Emilio Saracho y sus respectivos consejos de administración por presuntos delitos de falsedad societaria, administración desleal y apropiación indebida, entre otros. También admitió a trámite una cuarta querella que incluye, a parte de la entidad, la auditora PwC por la quiebra de la entidad.
En su escrito, el titular del juzgado central de instrucción 4, Fernando Andreu, acuerda la apertura de dos piezas separadas, la primera de ellas por la ampliación de capital de 2016 y la segunda por una posible manipulación del mercado tras la publicación de noticias con datos e información presuntamente falsos para hacer caer el valor de las acciones y obtener beneficios.
Entre las diligencias previstas por el magistrado, acuerda llamar a declarar a todos los querellados y requiere documentación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), al FROB y al propio banco, en tanto que pide al Banco de España que designe a dos peritos para determinar si la información contable ofrecía la imagen fiel de la entidad y estaba libre de manipulación o deformación.
El juez distingue dos etapas, la primera con Ron como presidente, periodo bajo el cual se investigaría la ampliación de capital por valor de 2.505 millones de euros, y la segunda, ya con Saracho al frente, en la que se ha habría producido una campaña de desprestigio con la publicación de noticias, hecho que podría constituir un delito de manipulación de mercado.
El magistrado también aceptó una cuarta querella de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) contra el Banco Popular y Ron además de la auditora PwC por el “hundimiento” de la entidad.
Asimismo, el Banco Santander, que adquirió el Popular por un euro, inició la integración de la marca Popular con el rediseño de los rótulos de las oficinas de la segunda, un proceso que implica, además, que los clientes de esta última puedan utilizar los cajeros de ambas entidades sin comisiones.