BANCA OPERACIONES
Luz verde al mayor banco del Estado
Una oficina de CaixaBank junto a otra de Bankia en Barcelona.
Los consejos de administración de CaixaBank y Bankia dieron ayer el visto bueno al Acuerdo Común de Fusión, que dará como resultado a la entidad más grande del Estado. La operación creará un grupo con activos por importe de 664.027 millones de euros (las dos terceras partes aportadas por CaixaBank) unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia).
La reunión de los respectivos consejos se celebró después de que los trabajos de la fase de due diligence, en la que se analizaron a fondo los números de cada entidad, se prolongaran más de lo previsto y surgieran ciertas divergencias a la hora de determinar la ecuación de canje.
La fusión puede comportar la reducción de 8.000 empleos en prejubilaciones y bajas incentivadas
Si ya de por sí este es un asunto espinoso de acordar en una operación de estas características, en esta ocasión tenía un interés adicional, ya que Criteria no debía bajar del umbral del 30% en el accionariado del grupo resultante para que la Fundación ‘La Caixa’ no perdiera ventajas fiscales, un requisito que además está incluido en un protocolo interno y cuya ruptura implicaría la asunción de una serie de costes. Finalmente, CaixaBank ostentará algo menos del 75% de la nueva entidad y Bankia se quedará con una participación algo superior al 25%. Criteria mantendrá así el umbral del 30% y el FROB, fondo de rescate público que cuenta con un 61,8% en el capital de Bankia, alcance en torno al 16%.
El actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ostentará la presidencia del nuevo grupo, pero con poderes limitados, mientras que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Górtazar, asumirá la gestión del grupo.
La sede social de la nueva CaixaBank -Bankia desaparecerá como marca- estará en València, la misma que tienen ahora ambas entidades. A su vez, Barcelona y Madrid albergarán las sedes operativas.
Se da por hecho el cierre de oficinas duplicadas y fuentes del sector calculan que puede suponer la eliminación de 8.000 empleos con bajas incentivadas y prejubilaciones del personal de más edad. En Lleida, las dos entidades cuentan en total con unos 450 empleados.
El proceso de concentración de más calado en las últimas décadas
La fusión de Caixabank y Bankia deberá recibir ahora la autorización de los reguladores y también ser aprobada por las respectivas Juntas Generales de Accionistas de los dos bancos. En principio, no sería una realidad hasta finales de año o más probablemente principios de 2021. El camino de fusión que ahora arrancan es el proceso de concentración de más calado en el sector bancario en las últimas décadas y llega en un momento complicado para la banca por la baja rentabilidad de las entidades y la crisis de la Covid-19, que hará aumentar la morosidad. La unión CaixaBank -Bankia deja el tablero bancario formado por tres grandes piezas: la nueva entidad surgida de dicha fusión, que mantendrá en nombre de CaixaBank; el Santander y el BBVA, y aviva de nuevo el debate sobre la concentración bancaria en entidades de menor tamaño, como Banco Sabadell.
