COMERCIO
El acuerdo arancelario con EEUU, un golpe a la almendra
Unión de Uniones advierte de los efectos sobre varios sectores. COAG denuncia las desventajas para el productor local

Ursula von der Leyen y Donald Trump tras alcanzar el acuerdo.
El acuerdo arancelario entre Estados Unidos y la Unión Europea ha evitado una guerra comercial a gran escala, pero también ha dejado claros vencedores y vencidos. En este segundo grupo se encuentran los productores agroalimentarios europeos. Bruselas no solo no ha conseguido que el vino quede excluido del arancel general del 15%, sino que facilita la entrada de productos estadounidenses, como el caso de la almendra, lo que hace temer a los productores locales por un nuevo golpe.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, organización de la que forma parte Unió de Pagesos, lamenta la formalización del acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos sin incluir ningún producto sensible del sector en excepciones arancelarias, “lo que constituye una clara rendición política frente a la presión estadounidense”. Destaca que el acuerdo presentado el jueves facilitará la entrada en el mercado europeo de una amplia variedad de productos agroalimentarios estadounidenses como frutos secos, lácteos, frutas y hortalizas o carne de cerdo. Esto supondrá un mayor competencia para las producciones locales particularmente en el caso de los frutos secos y sobre todo la almendra, de la que España es ya el mayor importador europeo, con prácticamente un tercio de la almendra que la UE compra a los Estados Unidos.
COAG, organización de la que forma parte Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya, ha querido subrayar el “profundo malestar” existente en el sector de la almendra tras el acuerdo comercial trasatlántido. “España es al comercio internacional del aceite de oliva lo que California es al de la almendra: un actor principal. Nuestro aceite soportará los nuevos aranceles, pero la UE no ha sido capaz de imponer aranceles a la almendra californiana, no hay reciprocidad en el trato”, denuncia. “Deja al productor español en clara desventaja frente a la almendra californiana, que se cultiva bajo sistemas súper intensivos y con regadíos a gran escala”, afirma.