Los estudiantes muestran su indignación en la calle

La reacción a la sentencia empezó ayer por la mañana en la capital, donde tres mil personas, la mayoría estudiantes de la UdL, cortaron calles para decir que “no acatarán” el fallo. Alumnos salieron en columnas desde los campus de Agrónomos y Cappont para concentrarse en el Rectorado. En la plaza Víctor Siurana, colgaron una gran ‘estelada’ y quemaron cajas de cartón con imágenes del rey, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y jueces y fiscales del Supremo. Siguieron por la avenida Prat de la Riba hacia la comisaría de la Policía Nacional, donde se unieron decenas de personas que se habían concentrado en la sede de Òmnium. El momento de mayor tensión fue cuando pasaron ante la comisaría, custodiada por los Mossos, donde gritaron “fuera las fuerzas de ocupación”. Al llegar a la subdelegación, tiraron huevos y pintura a algunos de la quincena de furgones que rodeaban el edificio, la mitad de los Mossos y la otra mitad de la Policía Nacional. Antes de que llegaran los manifestantes, varios agentes retiraron adoquines sueltos de la vía pública. A lo largo de la jornada, algunos manifestantes fueron cortando calles, como la avenida Madrid, y puentes. Por otra parte, los institutos no suspendieron clases oficialmente (hay huelga convocada el jueves y el viernes), aunque en uno de ellos hasta 18 profesores abandonaron el centro entre la mañana y la tarde como protesta por la sentencia. En otros muchos, los alumnos de los últimos cursos de ESO, Bachillerato y FP dejaron las clases y se unieron a las protestas. En otros hubo normalidad. La UdL permitió a una cincuentena de estudiantes pasar la noche en el Rectorado y habrá un claustro extraordinario el jueves.